MADRID. El vocal, al igual que los otros veinte miembros del CGPJ, deberá abandonar su puesto en las próximas semanas si los grupos popular y socialista en el Parlamento llegan a un acuerdo para nombrar a sus sustitutos, de modo que, según ha explicado, tuvo dificultades para encontrar con quién contar, y se lo ofreció a su hija "como un trabajo de verano".
El puesto, dotado con un salario de unos 2.000 euros, quedó vacante ante la próxima renovación de los vocales, dado que la secretaria que ocupaba la plaza decidió aceptar una oferta procedente del Tribunal Constitucional.
Fuentes del órgano de gobierno de los jueces han confirmado la información a Efe, mientras que el propio vocal se ha mostrado sorprendido por la atención pública suscitada por el asunto, adelantado por la Cadena Ser.
Collado ha señalado que, ante la dificultad de cubrir el puesto, acudió a su hija, lógicamente una persona de confianza.