vitoria. "El estrés postraumático no aparece de manera inmediata, está oculto en el nivel de activación, un proceso que suele ocultar la dureza de las imágenes que los afectados han vivido, sin embargo, suele dar la cara una semana después, y se reconoce porque no se puede evitar que se produzcan flashback mentales del accidente, resultando a menudo difícil conciliar el sueño", señala el presidente del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, Fernando Chacón.

Por eso, Chacón, que trabajó activamente en la labores de atención a las víctimas tras el 11-M, hace un llamamiento a aquellos a los que "les vengan imágenes del accidente a la mente de forma repetida y automática, para que pidan asistencia porque si no se trata y dura en el tiempo puede generar un estrés postraumático a largo plazo".

Ante el estrés postraumático, "hay que estar alerta para que no se genere tanto sufrimiento", afirma Chacón, y, si finalmente no se puede afrontar y desencadena en un duelo patológico hay dos tipos de intervenciones. Por un lado, "hay que hacerle entender que la vida sigue". Y por otro, hay que trabajar la ansiedad del paciente. Se convierte en clave contar lo ocurrido y verbalizar los sentimientos. Lo que hay que evitar a toda costa es el duelo patológico. "Es cuando la gente se queda anclada en la tragedia y no puede seguir con su vida", señala Chacón, quien destaca que para evitarlo "la primera intervención psicológica es fundamental".

En casos tan escalofriantes como el de Galicia hasta los propios psicólogos necesitan un refuerzo emocional. Y muy a menudo se olvida que también es necesario ayudar a bomberos, policías o sanitarios que, en este tipo de catástrofes pueden verse desbordados y necesitar asistencia psicológica.