Un buen pan, crujiente por fuera y esponjoso por dentro, es un verdadero manjar. Pero un pan recién hecho las 24 horas del día es una oferta en peligro de extinción, según lamentó ayer la Asociación de Panaderías de Álava, con motivo de le celebración de la Festividad de San Honorato, patrón del sector. La asociación alavesa de panaderos reunió a una nutrida representación en una jornada en la que los participantes, procedentes de los ámbitos de la hostelería, la alimentación y la salud, pusieron en valor las excelencias del pan como alimento esencial en una dieta equilibrada, al tiempo que advirtieron del peligro que corre el mantenimiento de los puntos de venta calientes por el alto coste de la energía.

En los últimos 30 años el consumo de este alimento ha caído, afectado por la falsa creencia de que su ingesta no es óptima para mantener la línea. Sin embargo, la realidad se salta el renglón para demostrar que lo que engorda no es la rebanada sino lo que la acompaña. Una buena noticia si se tiene en cuenta todas las cualidades del pan. Porque, ¿cómo resistirse a su aroma y sabor? Blanco, moreno, dulce, agrio, integral, de soja, ...

Los representantes del Ayuntamiento de Vitoria y de la Diputación alavesa que acudieron a la jornada reconocieron la contribución del sector y se pusieron a su disposición para colaborar en la medida de sus competencias y posibilidades. La jornada concluyó con la distinción de los Amigos del Pan de Euskadi, que este año reconoció a los escaladores Iker y Eneko Pou, al Consejo vasco de Farmacéuticos y al Colegio Oficial de Dietistas del País Vasco por su defensa del pan.

hermanos pou En la recogida de premios, los hermanos Pou no pudieron estar presentes por encontrarse en el estado norteamericano de Utah, pero en un mensaje enviado desde Utah a los asistentes agradecieron la distinción "echando de menos el pan de casa, porque en Estados Unidos es muy malo".