Manuela Carmena (Madrid, 1944) ha sido abogada, juez de instrucción, juez de vigilancia penitenciaria, decana de Madrid y vocal del Consejo General del Poder Judicial. Después de toda una vida dedicada a la Justicia sigue trabajando para que esta sea más efectiva y por ello se lamenta de que los ciudadanos "no seamos nadie para los tribunales". "Es que no podemos ni tan siquiera presentar nuestras reclamaciones ante los juzgados, pues forzosamente tenemos que ser representados a través de un procurador de los tribunales", dice, abogando porque desaparezca la obligatoriedad de recurrir a sus servicios.
¿Usted cree que la profesión de procurador va a desaparecer pronto?
Sí, y es un error que consoliden algo que tarde o temprano desaparecerá porque no existe en ninguna parte del mundo. Aunque lógicamente ellos defienden su profesión porque a nadie le gusta que su oficio se tambalee y sea puesto en riesgo. Siempre que se habla de algo que tiene que ver con un colectivo profesional hay cierta inquietud y un intento de revalorizarlo. Pero mi preocupación es desde la vertiente ciudadana porque me parece que es absolutamente ofensivo que alguien te tenga que representar obligatoriamente. Que tú no puedas ir por ti mismo firmando o alegando lo que quieras ante un tribunal. Es algo tan anacrónico y humillante que es inaceptable. Otra cosa es que el que quiera una persona especializada en este tipo de asuntos, recurra a ella.
¿Cómo valora su representación?
Es absurda porque cualquier persona que va a un juzgado, comprueba que el procurador en el juicio no hace nada, que está como una figura de hielo negro. Los procuradores, si asisten a los juicios, se limitan a estar presentes, quietos y callados.
Sin embargo, los colegios de procuradores sacan a relucir una larga lista de funciones.
Sí, como que son una especie de gestores de papeles, una labor que puede desarrollar perfectamente igual un abogado. No tiene sentido hoy en día. Es un absurdo que en los tribunales, en lugar de dirigirse a los abogados haya que hacerlo a los procuradores, es una pérdida de tiempo.
Explican que velan por el cumplimiento de los plazos procesales, que supervisan los escritos, que realizan gestiones ante el juzgado...
Cuando uno tiene que explicar mucho lo que hace, es que lo que hace no está nada claro. Todo el mundo sabe lo que hace un juez, casi nadie sabe lo que hace un secretario judicial ¿vale? Todo el mundo sabe lo que hace un abogado y casi nadie sabe lo que hace un procurador ¿vale? Hay ocasiones en las que el procurador puede ver algo raro y advertirlo, pero la mayoría de las veces ni miran los papeles porque es el abogado el que conoce el pleito y sabe por qué y cómo ha enfocado las cosas. Y es un tontería que los procuradores se erijan en correctores de la calidad de los escritos.
¿Es cierto que ayudan a cumplir los plazos?
Los que tienen la obligación de tener en cuenta los plazos son los jueces. Y quien tiene que llenarlos de contenido son los abogados que son los que deben hacer las alegaciones. Además hay una cosa clarísima, en la jurisdicción social nunca ha habido procurador y nunca se le ha echado de menos. Si ellos creen que trabajan mucho, estupendo, pero que no nos obliguen a ser representados forzosamente. Además ellos firman los escritos de los clientes y tú ni te enteras de lo que firman. Eso se llama postulación y es un concepto decimonónico.
Suena muy duro lo de eliminar a todo un colectivo.
Yo creo que sería aconsejable que se replantearan su profesión pero si están convencidos de que realizan una labor tan importante, seguro que habrá ciudadanos que seguirán acudiendo a ellos. Pero, por favor, que no nos impidan presentar nuestros propios escritos, leerlos, firmarlos y acudir a los juicios. Yo solo pido que no sean obligatorios.
¿Esa supresión redundaría en un abaratamiento de la Justicia?
Ellos dicen que no mucho porque explican que no cobran demasiado. Aunque, por supuesto, se abarata. Pero ni siquiera me quiero meter en eso porque me parece una humillación que una persona por si misma no pueda acudir al tribunal. En el juzgado de lo Social las demandas van a nombre de los interesados, ellos las leen y la firman. Pero en las otras jurisdicciones no. Ni en la Penal, ni en la Contencioso Administrativo.... no tiene sentido.
¿Representan alguna garantía de celeridad en los procesos?
Ellos dicen que como están pendientes de sus asuntos, son capaces de agilizar la Justicia, pero yo creo que la cuestión esencial debe ser que los tribunales puedan comunicarse de la forma más directa posible con los interesados y sus abogados. Creo que la comunicación debe ser con los afectados porque la gente tiene un pleito o dos en su vida. ¿Por qué no comunicarse con el abogado y no con el procurador? Si yo tengo que hacer la citación de un juicio, tengo que citar al procurador para que se lo diga al abogado. Una sinrazón.
Usted es una firme defensora de reinventar la Justicia. ¿Tan mal está?
Es que hablo de algo mucho más global. Desde mi punto de vista, la Justicia, tal y como está hoy, no funciona y hay que repensarla. ¿Y cuál es la base para repensarla? Que debe prestar servicio al ciudadano que es un ser adulto y entonces tiene que ser esencialmente útil para resolver los conflictos de los ciudadanos. Útil y no formal. El proceso no puede ser un abracadabra jurídico sino que tiene que ser un proceso de conocimiento, de explicación, donde el ciudadano pueda explicar sus asuntos, sin intermediarios.