Los servicios públicos de salud de Euskadi y La Rioja han sido seleccionados por la Unión Europea para participar, junto a otros países comunitarios, en un proyecto europeo para el diagnóstico prenatal no invasivo de enfermedades genéticas, lo que evitaría recurrir a la amniocentesis. El proyecto comenzará a desarrollarse en diciembre y tiene un coste de 11 millones de euros, de los que 1,2 millones han sido consignados a Osakidetza y al servicio riojano.