Bilbao. El obispo de Bilbao, Mario Iceta, reclamó ayer que las necesarias reformas que se tienen que realizar en la actual situación de crisis económica no comprometan la garantía pública de servicios básicos, como la educación, sanidad, pensiones, asistencia a los ancianos y discapacitados, y protección de los desempleados.
Asimismo, emplazó a instituciones, organizaciones y particulares a que se impliquen en la creación de empleo, pero "digno y justo", no a cualquier precio. En la homilía que pronunció ayer en la basílica de Begoña de Bilbao, tras mostrar su "cercanía y preocupación" a los afectados por la situación económica, les ofreció su ayuda. También agradeció el compromiso a Cáritas, a instituciones diocesanas y a tantos fieles que, sin desfallecer, comparten su tiempo y sus bienes con los que sufren.
La homilía se centró en el desempleo, "que se revela como una de las consecuencias más dramáticas de la situación actual, afecta gravemente a muchas familias, genera angustia y frustración y, sobre todo, es causa directa de exclusión social", manifestó. En este sentido, Iceta considera "particularmente alarmante el número creciente de familias en las que todos sus miembros están en paro y el también creciente paro juvenil, que amenaza el futuro de las personas y de la sociedad".
Por ello, ve imprescindible que todos, instituciones organizaciones y particulares, cada uno según su capacidad y responsabilidad social, se impliquen en la creación de empleo".
desahuciados e inmigrantes El prelado también indicó que en estos tiempos duros no se puede abandonar el objetivo de una protección social adecuada. "No es admisible que los miembros más vulnerables de la sociedad sufran con mayor dureza las consecuencias de la crisis", dijo. "Las necesarias reformas no pueden comprometer la garantía pública de servicios básicos, tales como formación y educación, sanidad, pensiones, asistencia a la ancianidad y a la discapacidad, y protección de los desempleados".
Asimismo, los hogares en riesgo de desahucio constituyen otra preocupación que precisa una solución urgente. "Es necesario encontrar caminos justos para que las familias que se asoman a un duro empobrecimiento no pierdan su casa, evitando que se vean abocadas a la exclusión y a sufrir un hondo sentimiento de desprotección", rubricó. El obispo de Bilbao también hizo referencia a la situación de los inmigrantes: "Hay que hacer un esfuerzo recíproco y compartido de acogida e integración, son precisamente ellos uno de los colectivos que acusan con mayor severidad la falta de empleo y el empobrecimiento".