Vitoria. Esta tarde, a las seis en punto, tan sólo Celedón necesitará llevar paraguas. Aunque el fin de semana se presenta desapacible, con temperaturas frescas y lloviznas, parece que la meteorología respetará al menos el momento del txupinazo. Y a partir del lunes, de forma paulatina, los termómetros se dispararán diez grados arriba para terminar las fiestas de La Blanca de 2012 con temperaturas de en torno a los treinta grados, según explicaba ayer a este diario el meteorólogo José Antonio Maldonado, hombre del tiempo durante muchos años en TVE y ahora responsable de la página web Eltiempo.es.
"En principio habrá un ambiente fresco, con la jornada de mañana, -por hoy-, algo nublada por la mañana y despejando por la tarde. Podría haber alguna llovizna matinal, el típico sirimiri sin mayores consecuencias", señala Maldonado, que ubica el momento más desagradable de las fiestas, al menos en lo meteorológico, precisamente en el día de la Virgen Blanca. "El día de mayor probabilidad de agua parece el domingo, con temperaturas bajitas, del orden de los 20 ó 23 grados de máxima, y una noche fría, de entre 10 y 11 grados de mínima. A partir del lunes tienden a subir un poco, se estabiliza el tiempo, y el martes, miércoles y jueves habrá un ambiente veraniego para acabar las fiestas con un tiempo absolutamente estival", señaló Maldonado, que prevé que se superen "con creces" los 30 grados.
El meteorólogo explica que el ambiente desapacible del fin de semana se debe a "un frentecito de estos que es normal que se deslicen por la cornisa cantábrica incluso en verano. Ése -prosigue- es el caso del sábado y domingo, y el lunes tendremos una jornada de transición, el anticiclón se agranda y estabiliza, y ya el viento pasa desapercibido".
Así pues, el día grande de las fiestas tocará sacar la chaqueta y el paraguas. "Puede caer en cualquier momento, pero no será cuantioso, así que por unas gotas no hay que perder el ambiente festivo", concluye.