vitoria. La asociación de apoyo a presos, Salhaketa, ha denunciado las condiciones de encarcelamiento en las que se encuentran las mujeres internas en la nueva macrocárcel de Zaballa, y en particular la "grave situación" que se da en las celdas especiales de aislamiento en las que se recluye a aquéllas con riesgo de suicidio. Insiste en que esta medida, en principio preventiva, puede acabar por empeorar su salud mental.
La asociación presentó ayer un informe avalado por una decena de colectivos, entre ellos, la Asamblea de Mujeres, Bilgune Feminista, Etxerat, Comunidades Cristianas de Base o Mugarik Gabe. En él se condenan las situaciones "inhumanas" que se están dando en el penal alavés, donde, al parecer, se "vulneran los derechos básicos a la intimidad, a un trato digno y a la salud de la mujeres".
En concreto, se hace referencia al módulo de aislamiento donde son internadas por peleas o mal comportamiento las reclusas con trastornos psiquiátricos. Se trata de un espacio en el que confluyen tres celdas que están separadas por dos cristales blindados. En medio de esos cristales hay una persiana que sólo puede subir y bajar la llamada presa de apoyo que, según relata Salhaketa, si bien en teoría ejerce esa función de vigilancia de manera voluntaria para conseguir beneficios penitenciarios, en la práctica está obligada a hacerlo ya que, de lo contrario, puede ser sancionada.
Así, la asociación denuncia la falta de privacidad y las duras condiciones que se soportan en este módulo que, al parecer, no dispone ni de inodoro, ni de lavabo, ni de ducha. "Sólo hay un agujero en el suelo para que hagan sus necesidades y el agua corriente sale por un grifo en la pared, por lo que el agua cae directamente a la celda", explicó ayer Marta Aldanondo, abogada de Salhaketa. Tampoco disponen de ropa, ni siquiera de mudas, pese a que en ocasiones pasan más de cinco días en el módulo de aislamiento.
El informe revela también que en estas celdas, las presas no son visitadas diariamente por un médico, para ser evaluadas de su estado de salud ante el riesgo de suicido. Únicamente son vigiladas por la citada presa de apoyo, que debe permanecer durante turnos de 12 horas. "Aunque hemos tenido conocimiento de que si el funcionario de turno no deja hacer el relevo, pueden estar 24 horas seguidas sin ser relevadas", señaló ayer Aldanondo.
En la actualidad, 80 mujeres se encuentran internas en la prisión de Zaballa. La cárcel cuenta con dos módulos para las reclusas: el 9, que funciona como módulo de respeto, donde a las presas se les ofrecen beneficios penitenciarios a cambio del cumplimiento de ciertas normas, y el 10, donde se encuentra el resto.