vitoria. El Gobierno Vasco aprobó ayer las nuevas exigencias legales para alojar a temporeros, una fórmula de contratación que se produce principalmente en los sectores del vino y la patata. Con la nueva regulación el Ejecutivo persigue que los agricultores puedan utilizar sus lonjas o almacenes, debidamente acondicionados, para proporcionar cobijo a los trabajadores que contratan, un servicio que no están obligados a prestar pero que se contempla como parte del futuro convenio colectivo del ámbito agrario.

A partir de ahora, mediante una inversión "asumible", el agricultor puede acondicionar estos espacios atendiendo a unas exigencias mínimas en materia de habitabilidad e higiene, relacionadas con el agua, luz, ventilación, servicios de cocina e higiénicos, dormitorios, aseos diferenciados para hombres y mujeres, calefacción o acceso a lavadora. La regulación, aunque es algo inferior en cuanto a requisitos que la anterior, sigue siendo "lo suficientemente exigente" como para que estos lugares sean "dignos y adecuados" para acoger a estas personas.

Con la modificación de este decreto se pretende estimular la inversión en el acondicionamiento de estos alojamientos y avanzar hacia la formalización del citado convenio colectivo del ámbito agrario. Según el Ejecutivo, las solicitudes de subvención para acondicionar locales para alojar a temporeros habían bajado en los últimos años debido a que los agricultores no podían cumplir con la regulación vigente hasta ahora. Es el caso, por ejemplo, de aquellos que disponen de lonjas o almacenes utilizados como alojamiento y pretendían mejorarlos con mamparas que separaran los habitáculos, aislamientos y una mejor ventilación.

La demanda de temporeros ha disminuido en el sector de la patata y en el vitivinícola en los últimos años, debido a la disminución de la superficie sembrada, al aumento de la mecanización o a la caída de los precios pagados al agricultor por la uva. Para reducir los costes, los propios agricultores han empezado a hacer trabajos que antes contrataban, o han aumentado el uso de vendimiadoras mecánicas.

El Gobierno también aprobó un decreto de ayudas por valor de 600.000 euros a explotaciones de vacuno de leche para la incorporación de medidas que mejoren el bienestar de estos animales por encima de las exigencias que establece la actual legislación. Las subvenciones se destinan a la mejora del agua y de la alimentación de modo que sean más conformes con las necesidades naturales de los animales, a incorporar prácticas que mejoren las condiciones de alojamiento en cuanto a luz, limpieza o ventilación programada, o a prever el uso de parcelas para que el ganado pueda pastar en libertad.