la profusión de informaciones y datos contradictorios sobre la inocuidad del fracking, técnica que trata de extraer del subsuelo gas natural adherido a las rocas mediante la ruptura de éstas con presión hidráulica, ha derivado en el nacimiento de mil foros de detractores y defensores de esta fórmula de obtención de hidrocarburos. Y más desde que se sabe que el Gobierno Vasco ha abrazado la iniciativa de analizar la viabilidad de mantener y explotar un buen número de pozos en Álava llamados a explorar las profundidades para desgarrar la piedra y obtener así el preciado compuesto químico.

En principio, el argumentario de Lakua describe la hipótesis de que bajo los pies de los alaveses habría bolsas de gas valoradas en miles de millones de euros. Precisamente, esa presunta y brillante facturación derivada de unos yacimientos aún en búsqueda ha arrinconado hasta un segundo plano las posibles consecuencias negativas que tendrían estos y la técnica en cuestión sobre el medio ambiente local y sobre los humanos, efectos nocivos ya documentadas en extracciones anteriores en Europa y Estados Unidos. En ese sentido, la sociedad civil se ha organizado hasta el punto de constituirse en la actualidad en la oposición más sonora contra los manejos del Ejecutivo de Patxi López para facilitar el trabajo a las empresas interesadas en explotar el fracking alavés. Dicha lucha de intereses ha trascendido de las páginas de los medios de comunicación locales y ya aparece como tema estrella de referencias televisivas en materia de medio ambiente, como en El escarabajo verde, que ha dedicado uno de sus últimos programas (titulado Fractura) a la técnica polémica.

Según explican desde Televisión Española -responsable del citado espacio, que emite por La 2-, el Parlamento Europeo debate en dos comisiones los efectos medioambientales y el impacto energético del gas no convencional, actualidad en los últimos meses por las concesiones de explotación que se están otorgando en los últimos meses en toda la geografía española.

Al respecto, el equipo del programa dio importancia a voces interesadas en abrir el subsuelo alavés al fracking, como la del viceconsejero de Industria, Xabier Garmendia, adalid del proyecto energético, o a otras proclives a avisar sobre la peligrosidad de lo que se pretende en el territorio histórico, como la del ingeniero Aitor Urresti, que ya trabajó con anterioridad en el pozo de gas natural de Armentia.

Sea como fuere, El escarabajo verde explica que la extracción de las últimas reservas de gas natural ha llevado al uso de técnicas que años atrás eran conocidas, pero tan caras que no resultaban rentables. Ahora proliferan los pozos de fracking en Estados Unidos, donde solo en 2008 se explotaron 52.000, consiguiendo abaratar este hidrocarburo.