Vitoria. Todo comienza con uno o varios menores de edad consumiendo cannabis en la vía pública. La Policía Local de Vitoria les sorprende in fraganti y les expedienta. Se notifica el asunto a las familias y ahí se plantea la disyuntiva. O bien se hace frente a una sanción administrativa de entre 300 y 600 euros o el menor participa en un programa de medidas alternativas desarrollado por el doctor de la Guardia Urbana, Joseba Zabala. A lo largo de 2011 se abrieron 103 de estos expedientes relacionados con el consumo de porros por parte de menores en la calle y el 96% de las familias respondió afirmativamente al ofrecimiento realizado por el Consistorio. La iniciativa parece efectiva, ya que sólo el 6% de los adolescentes que toma parte en este proceso vuelve a ser sorprendido fumando cannabis. El 94% cobra conciencia y se redime.

Pendrive crítico El trabajo que los menores deben realizar consta de una presentación digital que se almacena en un pendrive. Incluye una labor previa de documentación y una reflexión crítica sobre la conducta que ha dado lugar al expediente. Aunque el grado de éxito es muy elevado, Zabala reconoce que algunos "no se curan con sólo pasar por la medida alternativa". "Son adolescentes y se encuentran en pleno cambio personal", añade.

El doctor que trabaja dentro de la estructura de Seguridad Ciudadana mostró ayer su preocupación por la creciente "ninización" de un determinado sector de la juventud que abandona los estudios y no trabaja. No obstante, reiteró su confianza en este sistema alternativo "que también se emplea en Barcelona y que ha despertado interés en el resto de capitales de la CAV".