MADRID. Los hechos tuvieron lugar la tarde del pasado sábado 14 de enero. Un hombre, a la postre la pareja de la segunda víctima, llamó al 112 alertando de que su mujer se encontraba gravemente herida tumbada en la cama de su dormitorio.
Hasta el lugar se acercaron sanitarios del Summa y agentes de la Policía Científica, que comprobaron que la mujer estaba inconsciente y que había un bebé recién nacido envuelto en una toallita y oculto debajo de la cama. Los facultativos comprobaron que el pequeño no respiraba.
Asimismo, asistieron a la madre, que se encontraba desangrada y con varias heridas por el cuerpo. Además, tenía signos evidentes de haber parido de forma prematura ese mismo día. Fue trasladada en estado crítico al Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde falleció varios días después debido a la gravedad de sus heridas. El informe policial aún no ha revelado si murió como consecuencia de heridas de parto o autoinfrigidas.
El marido de la víctima ha asegurado que no tenía constancia de que su mujer estaba embarazada. Su mujer, M.M.J.M, de 38 años y también de nacionalidad española, vivía con él, aparentemente sin problemas, en la calle Aragón de Leganés.
Los resultados de la autopsia practicada al cuerpo del bebé han revelado que había nacido vivo y correctamente, por lo que han descartado la muerte natural. Por tanto, la Policía baraja que hubiera sido asesinado por su propia madre, ya que el cuello del pequeño estaba presionado por varias vueltas de su propio cordón umbilical.