MADRID. El saldo migratorio español, es decir, la diferencia entre el número de personas que entra en España y el que sale, registró un saldo negativo de 50.090 personas en 2011, primer año en el que desciende desde que se tienen datos.
Detrás de estas cifras publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), está la crisis económica que estalló en 2008 y que a día de hoy no parece tener fin.
Así, según las proyecciones elaboradas por el INE, el saldo migratorio será negativo al menos hasta 2020, último ejercicio del que se han hecho cálculos.
De las 50.090 personas que convirtieron en negativo el saldo migratorio español el pasado año, 20.484 son españoles (unos 11.000 varones y 9.000 mujeres) y 29.606 extrajeras (en este caso salieron del país 58.461 hombres y entraron 28.855 mujeres).
Según se desprende de la estadística "Estimaciones de la población actual" correspondiente al cuarto trimestre de 2010 y difundida hoy por el INE, el total de personas que en 2011 abandonaron España en busca de un futuro mejor ascendió a 507.740, de las que 62.611 eran españolas (unos 32.000 hombres y 30.000 mujeres) y 445.129 extranjeras (265.000 varones y 180.000 mujeres).
A fecha 1 de enero de este año los ciudadanos residentes en España sumaban 46.196.278 personas.
Desde 2008 el deterioro de la economía y del mercado laboral ha sido imparable, alcanzando una tasa de paro del 21,52% que, según todas las expectativas, todavía no ha tocado techo.
No obstante, y a pesar de que el saldo migratorio del conjunto del país ha registrado una tasa negativa por primera vez, en algunas provincias como Alicante, Las Palmas o Tenerife han sido más las personas que han decidido instalarse que quienes han optado por marcharse.
Así, en 2011 la población de Alicante creció en 8.366 personas, la de Las Palmas lo hizo en 5.456 y la de Tenerife en 5.035.
Por el contrario, las provincias de Barcelona y Madrid registraron los saldos negativos más elevados de 34.340 y 21.952 personas, respectivamente.