vitoria. El consejero vasco de Sanidad, Rafael Bengoa, señaló ayer en el Parlamento Vasco en una sesión plenaria que hay "margen de maniobra" para alcanzar un acuerdo con las autoridades riojanas sobre la atención de los pacientes alaveses y apostó por reforzar el Hospital de Leza, en Rioja Alavesa, para atender a los pacientes de la zona. El gestor socialista añadió que espera para el próximo "lunes o martes" la respuesta del presidente riojano, Pedro Sanz, a la última propuesta del Gobierno Vasco de ampliar los servicios sanitarios que presta a La Rioja en trasplante renal, neurocirugía y otras intervenciones complejas en contraprestación a la atención sanitaria de los alaveses en Logroño. Todo ello lo explicó sin ocultar su desazón por lo ocurrido con Miren Martínez. De hecho, Bengoa calificó lo acontecido como "grave".

En ese sentido, desde Osakidetza se acusa a sus homólogos riojanos de actuar con criterios "independentistas", al suspender la asistencia especilizada a pacientes de municipios alaveses limítrofes a La Rioja. En ese sentido, el consejero socialista explicó que "estamos estudiando por qué no se ha aplicado a ese paciente con un problema de urgencia los protocolos normales para el transporte".

También explicó que va a analizar el caso para "saber más" y así no tener que basarse "en lo que pone en los medios". Posteriormente, insistió o en que "algo grave ha pasado con esta paciente, porque se trata de una urgencia".

Por su parte, el consejero de Presidencia de La Rioja, Emilio del Río, señaló que "se siguió el protocolo" con Miren Martínez porque "no era un caso de amenaza vital". También apuntó que, en estos casos, lo que dicta el protocolo es que "el centro receptor envía una ambulancia". En este sentido, puntualizó que este caso no tiene nada que con las negociaciones que se están manteniendo sobre la atención de pacientes alaveses en La Rioja.