BILBO. Así lo ha manifestado hoy a EFE un portavoz de esta ONG que ha señalado que, al cumplirse anoche una semana del secuestro de Gonyalons, otra cooperante madrileña y una italiana, carecen de noticias concretas sobre su posible paradero y estado de salud.

Mundubat, ha asegurado, va a seguir trabajando en los campamentos de Tinduf "tanto para procurar que la población refugiada saharaui sea atendida por la cooperación internacional, como para luchar por los derechos del pueblo saharaui".

"La apuesta es firme y el compromiso es decidido", ha subrayado tajante.

Gonyalons, Ainhoa Fernández de Rincón, de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura, y la italiana Rosella Urru, del Comité Italiano para el Desarrollo de los Pueblos (CISP), fueron raptados la noche del 22 de octubre por un grupo de hombres armados que asaltó los pabellones donde se alojaban.

Tras la captura de su cooperante, el presidente de la ONG vasca, Iñaki Markiegi se desplazó a Tinduf, donde ha permanecido dos días, para dar ánimos a los compañeros de Gonyalons e interesarse por su situación personal.

El portavoz de Mundubat ha vuelto hoy a pedir "discreción y prudencia" a la hora de tratar este secuestro en los medios "ya que está en juego la vida de tres personas", ha advertido.

"Hay que esperar y tener paciencia", indicado por último.

La ONG Mundubat lleva a cabo dos proyectos en los campamentos de refugiados saharauis en la zona de Tinduf, uno de reparto de alimentos y otro de apoyo a la formación profesional, que eran coordinados ambos por Enric Gonyalons, en su calidad de responsable de los equipos de trabajo de la organización vasca en esa zona, hasta su secuestro.

Mundubat se constituyó en 1988, bajo el nombre de Paz y Tercer Mundo, como asociación para la cooperación al desarrollo, y en 2002 tomó forma de Fundación.

En la actualidad cuenta con aproximadamente 4.000 socios y colaboradores y lleva a cabo actuaciones de cooperación en nueve países de Sur y Centroamérica, Sahara Occidental, Palestina y Mozambique.