Córdoba. Desde las 10 horas y durante todo el día de ayer, agentes de la unidad científica continuaron con las labores de búsqueda de los niños de 6 y 2 años desaparecidos el pasado 8 de octubre, en un parque de Córdoba, dentro de la finca de los abuelos paternos del polígono Las Quemadillas. Para ello utilizaron, según fuentes cercanas al caso, un radar especial procedente de Madrid para detectar tierra removida y restos óseos a partir de los fosfatos.

La búsqueda se centró en una zona que el martes marcaron los perros caninos que rastrearon un área de naranjos ubicada dentro de la finca, que tiene una extensión aproximada de 10.000 metros cuadrados. De momento sin resultados.

Las mismas fuentes precisaron que agentes de la unidad forense siguen alerta ante cualquier eventualidad, aunque por el momento no ha sido necesaria su presencia en la finca donde se centran las pesquisas.

Por otro lado, el abogado del padre de los niños desparecidos, José María Sánchez de la Puerta, dijo ayer que la Policía Nacional detuvo el martes José Bretón al encontrar el juez que instruye el caso "indicios razonables de criminalidad".

El letrado explicó que es "previsible" que su defendido pase a disposición judicial mañana, viernes, por la mañana, cuando se cumplen las 72 horas de su detención.

Además, aseguró que en su declaración ante los agentes policiales el padre de los niños "mantiene la versión inicial" de los hechos, es decir, que perdió a sus hijos en el parque Cruz Conde sobre las 18:40 horas del 8 de octubre.

Sánchez de la Puerta añadió que Bretón está "mal", ya que la situación en la que se encuentra es "tan triste que no se puede estar con los ánimos altos".

Según una versión corroborada por fuentes cercanas al caso consultadas por Efe, añadieron que la detención se produjo también al constatar que Bretón no ofrecía una explicación coherente de la desaparición de sus hijos.

Por su lado, la familia materna de los niños mantiene la esperanza de encontrar a los menores aferrándose al hecho de que no hay nada que apunte a que los niños están muertos. La portavoz de la familia, Esther Chaves, dijo que solo perderán la esperanza "cuando no quede más remedio porque haya pruebas".

Respecto a la madre, Chaves precisó que está "tranquila y pendiente de que cualquier persona ayude y diga cualquier dato, a la espera de noticias".