Vitoria. Con un importante disgusto en el cuerpo y grandes dosis de resignación. Así debieron encarar ayer el comienzo de la semana varios vecinos de la calle Hondarribia, en el distrito gasteiztarra de Lakuabizkarra, a los que los amigos de lo ajeno realizaron, de madrugada, una inesperada visita. O quizá no tanto, porque ya se han visto implicados en hasta cinco situaciones similares durante los últimos años. Media docena de vehículos estacionados en un garaje de la zona, donde tienen plaza cerca de 50 residentes de cuatro portales de la calle Hondarribia -del 14 al 20-, fueron desvalijados por los cacos después de reventar y forzar sus ventanillas al amparo de la oscuridad de la noche y la nula presencia de testigos. La Policía Local de Gasteiz, según informaron fuentes vecinales a este periódico, se encargó de tramitar las denuncias de los afectados y, por ello, será el cuerpo que avance en la investigación del caso durante los próximos días.

Un vecino que se dirigía a trabajar en el turno de mañana fue el primero en encontrarse con la desagradable escena. Al ver los cristales rotos esparcidos por el suelo, pronto fue consciente de que una vez más los ladrones habían hecho acto de presencia en este garaje, a cuyos propietarios parece haberles mirado un tuerto. A partir de ahí, progresivamente, el resto de vecinos de los bloques acudieron al lugar para comprobar si a ellos también les había tocado esta lotería de mala suerte.

Las guanteras de los vehículos asaltados, vaciadas por completo, fueron el objetivo de los ladrones, que por contra no robaron ningún lector de música. De algunos coches, incluso, no se llevaron absolutamente nada al no encontrar objetos de valor, como GPS, dinero o gafas de sol de marca, quizá los más preciados.

Según los últimos datos recopilados por la Policía Local de Gasteiz, cada día se registran en la ciudad cuatro denuncias por robo en el interior de vehículos, una cada seis horas, entre los que se cuentan las acciones en el interior de garajes y las de la vía pública. Ayer, en sólo una operación se superó, de largo, esa media.