Vitoria. Los rectores del embalse de Ullibarri Ganboa decidieron ayer iniciar el desagüe de su vaso en una operación rutinaria recogida en los protocolos habilitados por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), institución encargada de gestionar la cuenca hídrica del sistema del Zadorra. La continuidad de las precipitaciones durante la jornada de ayer, que llegaron a sumar más de 12 litros por metro cuadrado, obligaron a los responsables de la citada institución a adoptar la medida. No obstante, el desembalse, en principio, será limitado en cuanto a cantidad y a duración.

Precisamente, esta situación llega en un momento crítico en el resto de Euskadi. De hecho, las incesantes lluvias pusieron en jaque ayer a los responsables de Emergencias de Bizkaia y Gipuzkoa, que tuvieron que lidiar con ríos como el Urumea, Oria o Nervión por encima de las cotas aceptables. Todo ello obligó al Departamento de Interior del Gobierno Vasco a activar la alerta naranja -penúltimo nivel de urgencia antes de una catástrofe- ante la previsión de fuertes lluvias, sobretodo, en Gipuzkoa.

No en vano, la predicción meteorológica emitida por Euskalmet alertaba ayer de la llegada de lluvias a lo largo de la jornada de ayer, que podrían llegar a los 80 litros por metro cuadrado y a 60 litros por metro cuadrado en el resto de los territorios vascos. Según informaron desde el propio Departamento, se apaciguó la alerta al confirmar que las precipitaciones irían disminuyendo a lo largo de la tarde. En ese sentido, desde la Dirección de Atención de Emergencias del Ejecutivo vasco se avisó a los municipios de las cuencas de los ríos Oria y Urumea para que se mantuvieran alerta y realizaran un seguimiento y control de los cauces ante la posible crecida de ambos como consecuencia de las fuertes precipitaciones reinantes.

Al respecto, el portavoz de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Eneko Goia, informó de que los servicios forales, junto con SOS Deiak, estaban "vigilantes" ante la situación de las cuencas de ambos ríos, que superaron el nivel de prealerta por las lluvias registradas en las últimas horas.

Aparte, en el territorio histórico de Bizkaia, las fuertes lluvias provocaron el corte de la carretera N-634 a su paso por Amorebieta, así como de la BI-2120 a la altura de Mungia. Al parecer, las precipitaciones generaron numerosas balsas de agua en ambos viales. También se cerró la vía que comunica Mungia con Plentzia, por otra gran balsa de agua.

Ante el riesgo de lluvias intensas y con el objeto de prevenir o mitigar las posibles consecuencias negativas que éstas pudieran ocasionar, Interior aconsejó a la población que pudiera verse afectada, que no estacione vehículos ni acampe en cauces secos, ni a orillas de los ríos, para evitar ser sorprendido por una súbita crecida del agua o por una riada. Asimismo, aconsejó retirar los vehículos de las zonas en las que se puedan producir balsas, así como de garajes susceptibles de inundarse y han recomendado evitar los desplazamientos en coche.