Vitoria. El alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz, calificó ayer como una "situación dramática" que haya familias desahuciadas después de que el banco les haya embargado el piso para hacer frente a una ejecución hipotecaria y, que aún así, no hayan saldado la deuda ante una devolución del inmueble por el paso del tiempo. "El sistema que funciona aquí espanta a cualquiera", agregó el primer edil.
Pese a su condena, pidió "prudencia" a la hora de reclamar cambios en la normativa por las posibles consecuencias. "Hay que tener cuidado para no provocar, ahora que las entidades financieras están cerrando el grifo, que éstas no sumen una nueva condición para no dar créditos", matizó Lazcoz después de que su compañero de rueda de prensa, el presidente de la Federación de Municipios y Provincias, Pedro Cruz, se mostrase más contundente al respeto. Es decir, que va a pedir al Gobierno central que elimine de la normativa "las condiciones tremendamente duras a las que se enfrentan muchos hogares".
Con estas palabras, Lazcoz no contradice a la vicepresidenta de Economía, Elena Salgado, quien afirmó -en referencia a la sentencia navarra que considera saldada la deuda con la devolución del piso- que cambiar la norma hipotecaria dañaría al sector financiero. De hecho, Salgado apuntó que los créditos de vivienda en el Estado se dan sobre unas condiciones y que "cambios bruscos de un día para otro" serían perjudiciales.
Aún así no son pocas las voces discordantes al respeto. Una de las más sonadas es la de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, quien agradeció a la Audiencia Provincial de Navarra que "ponga algo de sentido común a lo que viene siendo un abuso de la legislación actual por parte de las entidades financieras". En este sentido, recuerda que no sólo los hijos se quedan en la calle si no pueden encarar el préstamo. "Hay padres, que avalaron a sus hijos, que ven como la deuda se acaba llevando su propia vivienda".