Vitoria. A la Plataforma en Defensa del Hospital Santiago no le convencen los argumentos que sostiene Osakidetza en torno al futuro de la Sanidad territorial, marcado por la creación del Hospital Universitario de Álava (HUA). O, lo que es lo mismo, la ampliación de Txagorritxu y la conversión de Santiago en hospital de crónicos. Mientras el proyecto de reordenación asistencial de Gasteiz avanza en los despachos -pronto, en abril, comenzará a hacerlo también sobre el terreno-, el colectivo no desiste en su intención de paralizarlo para conservar el centro de la calle Olaguíbel tal y como se conoce actualmente. "No aceptamos nada que no sea mantener Santiago como hospital general", advirtió ayer ante la comisión de Sanidad del Parlamento Txema Anda, jefe del servicio de Otorrinolaringología del hospital y miembro de la plataforma.
Acompañado por cinco integrantes más del colectivo, que ya ha recogido 40.000 firmas de apoyo entre los ciudadanos de Gasteiz y 1.000 entre los trabajadores, Anda insistió en los argumentos defendidos durante los últimos meses para rebatir las intenciones del Departamento de Sanidad y Osakidetza. Entretanto, los partidos políticos reforzaron unos posicionamientos ya más que conocidos, de apoyo al proyecto por parte de PSE y PP, de rechazo desde las filas del PNV y de cierto escepticismo en UPyD. Eduardo Gárate, director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, defendió tras la comisión -a la que asistió como oyente- el discurrir de un proyecto que derivará en la creación de "dos hospitales de primera y complementarios" para Vitoria.
Gárate avanzó que "alrededor de mayo o junio" se conocerán "trazos más finos" del proyecto, sobre todo en lo referido a las necesidades de edificabilidad en el entorno de Txagorritxu. Pese a que en un principio Sanidad anunció que el centro de José Atxotegi contaría con cuatro nuevos edificios, esto no se confirmará o desmentirá hasta que el plan funcional del HUA esté rematado. Para esas fechas preveraniegas, los arquitectos de Osakidetza comenzarán a dilucidar cuál será el futuro de la manzana del futuro único hospital de agudos del territorio, siempre que el proyecto tenga continuidad.
La Plataforma en Defensa de Santiago volvió a censurar tanto el fondo como la forma que ha tomado el ambicioso plan sanitario desde que diese sus primeros pasos hace ya casi un año. Txema Anda censuró que Sanidad ha "incumplido" marcos normativos como los fijados por las leyes de Ordenación Sanitaria o Participación Ciudadana para cometer una "tropelía", un "despilfarro" por el que "la ciudadanía va a pagar los platos rotos". Así, recordó que en los últimos 13 años se han invertido 60 millones de euros en Santiago que "no se deben tirar a la basura" y recordó los altos niveles de eficiencia del centro y de satisfacción de los pacientes para justificar su mantenimiento. También aludió a los "agravios comparativos" respecto a Gipuzkoa y Bizkaia, cuyos mapas hospitalarios crecerán en estructuras durante los próximos años. Su compañero José Ángel Elizondo, jefe del servicio de limpieza de Santiago, se mostró aún más incisivo al referirse a la posible pérdida de puestos de trabajo en el nuevo escenario asistencia o a la posibilidad de que parte de Santiago se derribe para recalificar los terrenos y, así, generar plusvalías que den pie a un "pelotazo urbanístico". Según recordó Elizondo, "es la tercera vez en la historia que debemos soportar la intencionalidad de cerrar Santiago. Por eso, no nos creemos nada que se nos diga sobre mejoras".
Gárate, tras defender el carácter técnico de los expertos que están dando forma al HUA y la buena accesibilidad de los dos centros, también advirtió de que dibujar un escenario futuro con menos plantilla en el HUA "sería una majadería" por parte de Osakidetza. Las posturas entre unos y otros siguen en las antípodas, como las dos caras de una misma moneda.