ISLAMABAD.- "La escala de la tragedia significa que el presupuesto y las perspectivas macroeconómicas del país, que cuentan con el apoyo de un programa financiado por el FMI, deben ser revisadas", declaró Ahmed.
El mismo que mañana se entrevistará con el ministro de Finanzas paquistaní, Abdul Hafeez Shaikh, en Washington para abordar ésta y otras cuestiones, como el programa de préstamos del FMI al país acordado en 2008, que supone un total de 10.000 millones de dólares. Sin embargo, las previsiones se han visto alteradas por las inundaciones, que han dejado a más de cuatro millones de personas sin hogar y han causado importantes daños en la agricultura y las infraestructuras.
El directivo del FMI evaluará el impacto de las inundaciones y las medidas necesarias ante esta situación en las conversaciones con Shaikh y otro responsables económicos paquistaníes.
La semana pasada el Gobierno paquistaní indicó que la catástrofe natural podría acabar con el crecimiento del 4,5% del PIB previsto para este año. Además, el déficit público podría dispararse hasta más del 8% del PIB, muy por encima del objetivo fijado en el 4% por las autoridades.
cifras provisionales Mientras tanto, el número real de víctimas mortales sigue siendo una incógnita debido a que un tercio del país ha quedado anegado, según ha asegurado el embajador de Islamabad ante Naciones Unidas, Abdullah Hussain. Éste ya ha advertido ante la Asamblea General de la ONU de que aunque la cifra oficial de víctimas mortales es de 1.500, la verdadera podría ser mayor. "Todavía no sabemos cuántos han fallecido", reconoció durante su comparecencia en la sesión extraordinaria de la Asamblea General sobre Pakistán. "Sólo podemos aguantar la respiración y esperar que las cifras de víctimas hayan sido menores", añadió.
Aunque el nivel de las aguas desciende ya en la mayor parte del país, el Indo inundó ayer otras 90 localidades en el sur, donde sigue la situación de alerta ante la posiblidad de que vaya en aumento la cifra de cuatro millones de paquistaníes que ya han perdido su hogar a causa de las lluvias torrenciales.
Calificada como la mayor catástrofe natural de la historia de la República Islámica, los expertos han atribuido las inundaciones al violento monzón. No obstante, muchos también creen que las infraestructuras de protección eran insuficientes, como el primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, quien ha afirmado que de haber estado construido el embalse de Kalabagh, en la provincia de Punjab (este), las aguas no habrían causado semejante desastre. Un proyecto que ya se intentó impulsar hace unos años pero que definitivamente se guardarlo en un cajón por las fuertes discrepancias que desencadenó entre algunas provincias paquistaníes.