vitoria. Raquel Tabuada es una camarera de la capital alavesa a la que hace tres años le diagnosticaron osteoporosis, una enfermedad degenerativa que afecta principalmente a la población femenina mayor de 65 años.
Tiene 34 años y la enfermedad de la osteoporosis.
Sí. Todo fue a raíz de un accidente de moto cuando tenía 23 años. Aunque llevaba casco, me di un mal golpe en la cabeza, que afectó a la hipófisis, la glándula pituitaria. Dejé de hormonar, mi cuerpo no absorbía el calcio y se me cortó el periodo.
Ha comentado que le diagnosticaron la enfermedad hace tres años, pero el accidente ocurrió hace ocho, ¿por qué ese retraso en el diagnóstico?
La osteoporosis es una enfermedad difícil de detectar. Al principio, los médicos creían que tenía menopausia precoz, no fue hasta ocho años después cuando me hicieron una densitometría y me diagnosticaron la enfermedad. Si hubiera empezado con el tratamiento antes, tendría ostopenia, falta de calcio, pero no osteoporosis.
¿Cómo reaccionó al saberlo?
Me hundí, estuve bastante tiempo en tratamiento psiquiátrico por depresión y ansiedad, porque además, a raíz del accidente también tengo quistes lumbares y fibromialgia, una enfermedad rara de la que se conoce poco y que me da muchísimos dolores de huesos y articulaciones. Me diagnosticaron incluso agorafobia, pero ya lo he superado todo. Lo importante es estar bien mentalmente, si piensan en la enfermedad te pones peor.
¿Qué le dice la gente cuando cuenta que tiene osteoporosis, una enfermedad que afecta principalmente a mujeres mayores?
No me gusta que la gente sepa que estoy enferma, no lo saben más que mi familia y amigos íntimos. La gente no lo hace a malas, pero te pregunta que tal estás y te agobian. Lo que quieres es olvidarte de la enfermedad y hacer una vida normal.
¿Es posible?
Sí, más o menos. Tienes que tener cuidado con las caídas, no puedes hacer deporte... No debería estar mucho tiempo de pie, ni tumbada, pero tienes que salir de casa e intentar hacer una vida normal, dentro de lo que cabe.
¿Causa muchos dolores esta enfermedad?
En realidad, la osteoporosis no debería dar dolores, pero a mí se me junta todo y por la fibromialgia hay veces que lo paso muy mal. Me duelen todos los huesos y las articulaciones y no puedo moverme para nada, me tienen que hacer de todo.
¿Esos brotes le dan muy a menudo?
Antes, una vez al mes. Tenía que estar todo el día en el hospital, me ponían morfina y me decían que debía tomarla siempre. Yo no quería hacerlo porque me atonta, pero al final he tenido que tomarla todos los días en pequeñas dosis. Me dan menos frecuentemente, pero sigo pasándolo muy mal, porque nada me quita el dolor, sólo me calma un poco y es horrible.
¿Tiene muchos efectos secundarios la medicación?
Sí, son muy fuertes. Me hacen daño en el estómago, además soy intolerante a la lactosa y muchas veces me tienen que dar cosas que son dañinas para mí.
¿Cree que tienen el suficiente apoyo por parte de la sociedad?
Hombre, como ya te he comentado no me gusta que la gente conozca mi enfermedad y tengo el apoyo de mi familia y amigos, que es lo importante. Si te refieres a asociaciones y así, creo que en Álava no hay ninguna para enfermos de osteoporosis, la más cercana creo que está en La Rioja. De todas formas, no quiero ser socia de ninguna asociación. Antes iba a una de ayuda a los enfermos de fibromialgia, pero no me encontraba a gusto, iba gente muy mayor y todo el rato me decían que yo era joven y que estaba muy bien. Me agobiaban, no entendían que es mucho peor ser joven y estar enfermo; ellas han disfrutado de su juventud sanas, yo no.
¿Qué consejo daría a aquellas personas jóvenes como usted que sufren una enfermedad?
Que disfruten de la vida, que son sólo dos días. Que intenten hacer una vida normal y no se autocompadezcan, que salgan de casa... Hay gente que se encuentra mucho peor. Yo siempre intento estar con una sonrisa en la cara, porque si la gente te ve bien te transmite su alegría y hay que ser fuerte y tirar para adelante, a pesar de todo.