Los temporeros musulmanes que trabajen este verano en las empresas adheridas a la asociación agraria AEALL-ASAJA de Lleida deberán firmar un documento eximiendo a los agricultores de cualquier responsabilidad derivada del ayuno que conlleva la celebración del Ramadán, que este año cae en agosto. "Si pasa algo en estas condiciones, al empresario se le puede acusar de una infracción muy grave con las sanciones pertinentes que se derivan", ha dicho el presidente de la citada asociación, por lo que considera que la medida "vela por la seguridad y salud de los trabajadores".