Vitoria. El Departamento de Sanidad apuesta por extender el uso de medicamentos genéricos entre los pacientes vascos dentro de su Plan de Ahorro del Gasto, cuyas líneas básicas presentó ayer el consejero Rafael Bengoa ante el Parlamento. Dentro de las 73 medidas recogidas por este documento, una de las principales pone el punto de mira en estos fármacos de coste inferior a los de marca -se debe a que son fabricados una vez expirada la patente del medicamento original y la exclusividad del laboratorio investigador-, pero que contienen sus mismos principios activos.
Sanidad ha comenzado a enviar a todos los médicos y enfermeras de atención primaria una carta en la que se les pide que receten la variante genérica de una serie de medicamentos, concretamente cuatro, y en caso contrario que aporten una justificación por escrito a su dirección médica. Osakidetza dejará de dispensar a partir del próximo lunes 14 los fármacos Cardyl, Iscover, Acrel Semanal y Cozaar Plus, destinados a tratar respectivamente problemas de colesterol, exceso de plaquetas, osteoporosis e hipertensión, en favor de sus marcas blancas. No los retirará, pero fomentará la dispensación de estos principios activos. Más adelante, Sanidad "continuará en esta línea" para alcanzar niveles de consumo de genéricos equiparables a otros países del entorno. Una medida que, sin ponerse todavía en marcha, ya ha desatado la polémica. Tras conocer esta decisión, la Asociación Nacional de empresarios de Industria Farmacéutica, Farmaindustria, anunció que emprenderá acciones legales contra el Gobierno Vasco por "vulnerar el sistema de financiación y prescripción de medicamentos legalmente establecido".
Según los cálculos de Sanidad, esta medida permitirá ahorrar cerca de seis millones de euros a las arcas públicas, a los que habrá que unir otros 33 ó 34 de la aplicación del paquete de medidas para la reducción del gasto farmacéutico acordado por el Consejo Interterritorial.
Al margen de la farmacia, la concertación de servicios con empresas externas constituye otro de los campos fundamentales donde Sanidad aplicará el tijeretazo. Según avanzó Bengoa, se contratará menos de fuera y se hará mejor lo de dentro. El Departamento, en concreto, ya logró ahorrar 15 millones sobre lo previsto en el último trimestre de 2009. Además, el presupuesto para este año -recordó Bengoa- quedó fijado en 243 millones, mientras que de haberse mantenido el crecimiento de los últimos ejercicios -más de un 7,5% anual- "se hubiesen necesitado 44 más de los presupuestados".
Ritmos de crecimiento en el gasto como el producido entre 1999 y 2009, de un total del 108%, que "incluso sin crisis hubiera acabado absorbiendo el 50% del presupuesto de la CAV en 15 ó 17 años". Bengoa, con todo, evitó ofrecer una cifra global del ahorro sanitario fruto de este plan y limitó a calificarlo como "mucho".