Washington. Las tormentas que azotaron el sábado el sudeste de Estados Unidos dejaron un saldo de al menos diez muertos en el estado de Mississippi y ocasionaron graves daños materiales en otros estados. Los vientos huracanados y las fuertes lluvias destruyeron edificios y levantaron techos. Entre las víctimas fatales se cuenta un niño de tres meses en el Condado Choctaw, la víctima más joven identificada hasta ahora, según aseguró Jeff Rent, portavoz de la Agencia estatal de Emergencias. El gobernador de Mississippi, Haley Barbour, declaró estado de emergencia después del primer gran tornado del año. Foto: efe