LONDRES. La gestora aeroportuaria ABB ha pedido, sin embargo, a los viajeros que contacten con sus aerolíneas antes de dirigirse a los aeropuertos ya que pasará aún algún tiempo antes de que los vuelos recuperen la normalidad.

"No todos los vuelos van a operar en la primera fase de reapertura aunque haremos todo lo posible para ayudar a las aerolíneas y a los viajeros", dijo un portavoz de ABB.

La industria aérea tiene que hacer frente durante los próximos días a una "enorme operación logística" dado el gran número de pasajeros británicos atrapados fuera de sus países que tratan desesperadamente de volver a casa.

A las aerolíneas y los operadores turísticos se les presenta el desafío de acomodar a todos esos pasajeros que vieron cancelados sus vuelos por el cierre del espacio aéreo desde el jueves de la pasada semana.

A ello se suma el hecho de que muchos aviones y tripulaciones no se encuentran en este momento donde deberían estar.

Decenas de miles de británicos que estaban de vacaciones han tenido que recurrir a otros medios de transporte como el tren, el autobús y el barco para regresar a las islas.

La situación es todavía de incertidumbre. "No sabemos si se trata de algo temporal o permanente. Todo depende de lo que ocurra con la erupción del volcán (islandés)", dijo Frances Tuke, portavoz de la agrupación de agentes de viaje Abta.

"Nuestra prioridad será repatriar a los pasajeros británicos que se encuentran fuera del país tan pronto como sea posible", dijo el director ejecutivo de Abta, Mark Tanzar.

Según éste, los viajeros que tienen reservados vuelos para los próximos días pueden encontrar todavía problemas.

La Autoridad de la Aviación Civil decidió el martes reabrir el espacio aéreo a partir de las 21.00 GMT tras analizar los riesgos que la ceniza procedente del volcán islandés en erupción representaba para la seguridad de los vuelos.

Su portavoz, Deirdre Hutton, declaró que había habido consultas exhausivas con los expertos para adoptar esta decisión y aseguró que la seguridad había sido el razonamiento principal.

"Es esencial que garanticemos a los viajeros que las aerolíneas son seguras y que los aviones pueden volar con seguridad", subrayó el ministro de Transporte, lord Adonis, quien negó que la reapertura del espacio aéreo obedeciese a las presiones de la industria aérea.

La portavoz de Transportes de la oposición conservadora, Theresa Villiers, acusó al Gobierno laborista de Gordon Brown de haber gestionado mal la situación y haber dejado en la estacada a los viajeros.

"Seis días después de que estallara la crisis se nos dice de pronto que las cenizas no impiden volar con seguridad. Pasajeros y aerolíneas se preguntan por qué el Gobierno no se cercioró de eso antes de desencadenar la crisis", criticó.

El consejero delegado de British Airways, Willie Walsh, se felicitó de la decisión adoptada por las autoridades, pero dijo que pasarían semanas antes de que todo volviese a la normalidad.

"En British Airways vamos a emprender la difícil tarea de llevar a casa a los pasajeros atrapados, pero es una operación sin precedentes, en la que tendremos que empeñarnos a fondo", agregó.

Según Walsh, el espacio aéreo podía haberse reabierto parcialmente hace algunos días.

La Agencia Británica de Aduanas advirtió a los viajeros de que tendrán que tener paciencia porque se formarán largas colas debido al enorme número de personas que tratan de regresar al país.