El Juzgado de Santander ha condenado a pagar una multa de 4.800 euros a un hombre obsesionado por ahorrar, que mantenía a sus padres nonagenarios a base de comida recogida de la basura, en una vivienda llena de suciedad, para poder destinar su pensión a inversiones. Los ancianos fueron rescatados de su vivienda en febrero de 2007 por orden de un juez, que fue alertado de la situación en la que vivían por unos policías que acudieron al domicilio después de que los vecinos escucharan gritos de auxilio. Las personas que practicaron el registro hace dos años encontraron a los dos ancianos en el salón, rodeados de basura, suciedad y de más de 1 millón de euros que había reunido su hijo, según la información que facilitó entonces la Policía Nacional.
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