Nuestra salud depende de los alimentos de una manera fundamental y una alimentación variada es clave para disfrutar de una buena calidad de vida. Descubrirlos da otra visión de los mismos, por eso aquí van diez productos y sus propiedades.
La burrata, contra la osteoporosis
El queso burrata es un queso típico de Italia que se caracteriza por su textura suave y cremosa. Se elabora a partir de leche de vaca o leche de búfala. Últimamente es un producto muy popular, especialmente porque tiene un sabor rico, lácteo, mantecoso, y al igual que la mozzarella, se elabora con pasta hilada. Nutricionalmente es muy interesante porque ayuda a prevenir la osteporosis. Aporta proteínas y destaca por su contenido en calcio de alta biodisponibilidad, un mineral imprescindible para mantener los huesos fuertes y prevenir la osteoporosis. En la cocina, se puede incluir en ensaladas, pizzas, tostadas...
Pepino, un alivio para las piernas hinchadas
Muy rico en agua y potasio, el pepino tiene un efecto diurético suave que ayuda a aliviar la retención de líquidos del verano y la hinchazón. Tómalo en ensaladas, zumos verdes y cremas y ayudarás a eliminar toxinas y mejorar la circulación.
Judías verdes, un tesoro de vitamina K y ácido fólico
Además de aportar mucha fibra, las judías verdes son una fabulosa fuente de vitamina K, que resulta esencial para la coagulación sanguínea y la salud ósea. Además, proporcionan estupendos niveles de ácido fólico, muy importantes para la formación de células nuevas, y de potasio, que ayuda a regular la presión arterial.
La patata, una ayuda para regular la tensión
Gracias a su alto contenido de potasio, la patata contribuye a regular la tensión arterial y mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Asimismo, es fuente de sorprendentemente rica en vitamina B6, fundamental para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y para la formación de hemoglobina. Para aprovechar mejor sus beneficios y lograr almidón resistente (un tipo de fibra prebiótica que beneficia la salud intestinal) se recomienda cocer la patata y dejarla enfriar al menos cuatro horas antes de consumirla.
Higos para una piel más joven y sin arrugas
Esta deliciosa fruta posee altas concentraciones de antioxidantes, como polifenoles (los higos negros poseen mayores cantidades), pero también vitaminas, como la A, B1, B2. Los efectos de esos antioxidantes ayudan a neutralizar los radicales libres responsables del envejecimiento de la piel, por lo que los higos son eficaces para combatir la flacidez y las arrugas.
La harina de garbanzos mejora el tránsito intestinal
Es una buena alternativa para sustituir la harina de trigo en caso de ser intolerante al gluten y su elevado contenido en fibra combate el estreñimiento. Además, la harina de garbanzos tiene un efecto prebiótico, mejora la flora intestinal y favorece un tránsito regular.
El pavo si quieres proteínas y poca grasa
La carne de pavo es una fuente magna de proteínas de alta calidad, lo que la convierte en una excelente opción para mantener y reparar la masa muscular sin aportar un exceso de agua. Es especialmente rica en vitaminas del grupo B, como la B6 y la niacina, que contribuyen al metabolismo energético y al buen funcionamiento del sistema nervioso.
El limón cuida tu sistema inmunológico
Su alto contenido en vitamina C convierte esta fruta en una aliada de tus defensas. Favorece la producción de glóbulos blancos, encargados de combatir virus y bacterias. Además, sus flavonoides son potentes antioxidantes que protegen las células del sistema inmunitario reforzando su respuesta defensiva.
La zanahoria no es solo buena para la vista
Se sabe que es una excelente fuente de betacarotenos, que el cuerpo convierte en vitamina A, esencial para la salud visual y la regeneración celular. Pero, además, la zanahoria contiene compuestos antioxidantes menos conocidos, como los poliacetilenos, que tienen propiedades antiinflamatorias y ayudan a proteger el sistema cardiovascular.
Infusión de caléndulas para las quemaduras leves
La infusión que se prepara con una cucharada colmada de caléndula por taza de agua, aplicada como loción, servirá para aliviar quemaduras leves, las que puedes sufrir al cocinar o con la plancha e incluso las solares. Antes, eso, sí limpia bien la zona afectada y mantenla fría un par o tres horas con una tela de algodón empapada en agua.