La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) reivindica la necesidad de reconocer la obesidad como un problema de salud pública prioritario para impulsar la asignación de recursos y la implementación de medidas destinadas a prevenir y tratar esta enfermedad, lo que contribuye a la mejora de la calidad de vida de millones de personas e, incluso, a salvar vidas.

Uno de los hitos recientes en el tratamiento de la obesidad es, según la doctora Ana de Hollanda, coordinadora del Área de Obesidad de la SEEN, la llegada de nuevos fármacos, ya que son una herramienta que ha demostrado conseguir resultados muy relevantes en la pérdida de peso, mejoría de los factores de riesgo cardiovascular e, incluso, la disminución de los eventos de este tipo.

Actualmente “dispondremos de una medicación efectiva para una enfermedad muy prevalente que puede condicionar más de 200 complicaciones. Es un acontecimiento muy positivo, las personas con obesidad tendrán la oportunidad de mejorar su estado de salud”, afirma la endocrinóloga.

Los medicamentos para la obesidad están indicados en el contexto global del tratamiento de la enfermedad, por lo que se puede utilizar como complemento de cambio del estilo de vida en personas con un Índice de Masa Muscular (IMC) de 27 Kg/m2 y complicaciones asociadas o a partir de IMC de 30 kg/m2. Por ello, los pacientes deben tener en cuenta que es una herramienta que forma parte del tratamiento general junto con el ejercicio físico y una alimentación saludable.

Los medicamentos para la obesidad se pueden utilizar en peraonas con un Índice de Masa Muscular (IMC) de 27 Kg/m2 Freepik

Nuevas alternativas

Entre los beneficios de estos medicamentos, cabe destacar que facilitan una pérdida de peso significativa, por lo que mejoran todas las complicaciones derivadas de la obesidad, además de tener efectos beneficiosos independientes de la pérdida de peso: la tensión arterial, el nivel de colesterol, la función renal e, incluso, los parámetros de inflamación.

Para De Hollanda, los médicos especialistas en Endocrinología y Nutrición desempeñan un papel crucial en la coordinación de un equipo multidisciplinar que idealmente debería estar conformado por nutricionistas, psicólogos, cirujanos bariátricos, entre otros; lo que aporta un enfoque holístico e integral al tratamiento y seguimiento a largo plazo del paciente.

Educación en salud

A juicio de la endocrinóloga, “Europa tiene la responsabilidad de liderar el cambio en la prevención y el tratamiento de la obesidad implementando políticas y programas efectivos que aborden este desafío de manera integral”.

Asimismo, la educación en salud, así como en hábitos culinarios saludables, es fundamental para crear conciencia desde la infancia, por ello la necesidad de establecer un Plan Nacional para la detección, codificación y gestión de las listas de espera relacionadas con la obesidad con el fin de garantizar un acceso adecuado a los servicios sanitarios.

Es vital también acabar con el estigma existente en torno a la enfermedad, ya que el 58% de los pacientes afirma haberse sentido señalado, según el Informe Situación sanitaria y social de las personas con obesidad en España, elaborado por la SEEN junto con trece organizaciones de pacientes y otras sociedades científicas de nuestro país.

Por último, los endocrinólogos remarcan la necesidad de dotar a los estamentos sanitarios de los profesionales y materiales necesarios con el fin de facilitar que los especialistas lleven a cabo un adecuado abordaje de la obesidad, con especial énfasis en la atención primaria.

Decálogo de buenas prácticas

(Elaborado por el Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición)

1. Los nuevos fármacos para la obesidad no son un tratamiento estético.

2. La obesidad es una enfermedad crónica, su tratamiento también

3. El tratamiento de la obesidad debe tener un enfoque integral

4. El tratamiento dietético debe ser individualizado y adaptado a los requerimientos.

5. El ejercicio físico multicomponente debe ser un pilar del tratamiento.

6. El inicio del tratamiento conlleva una evaluación precoz de la tolerancia.

7. Si se inicia un tratamiento para la obesidad debe existir un seguimiento a largo plazo.

8. La obesidad no es únicamente el peso.

9. Se deben valorar las expectativas y objetivos de los pacientes en el abordaje de la obesidad.

10. La no respuesta esperada al fármaco o no posibilidad de uso del fármaco no significa el fallo del tratamiento de la obesidad.