Las dietas de adelgazamiento no son milagrosas y en sí mismas no te harán perder peso. Debes acompañarlas de ejercicio y de una alimentación saludable en la que no pueden faltar granos integrales, frutas, verduras, pescados y carnes magras.
Es importante que, tras concluir el plan nutricional dirigido por expertos, mantengas a largo plazo unos buenos hábitos nutricionales. Estos te ayudarán a comer de forma saludable y equilibrada y, como consecuencia, a controlar tu peso.
Conscientes del temor al efecto rebote que tiene toda persona que se somete a una dieta de adelgazamiento, expertos del área de Nutrición de Club Metropolitan te ofrecen distintos consejos para seguir en tu rutina diaria y así no tirar por la borda todos esos logros que con tanto esfuerzo has conseguido. Aquí van diez recomendaciones:
1- Planifica tu menú semanal. El batch cooking es la técnica ideal para comer sano. Consiste en organizar las comidas semanales y dedicar un día a prepararlas. Esto hará que no tengas que pensar cada día qué vas a cocinar y así evitarás caer, tarde o temprano, en lo fácil: los alimentos procesados, congelados, fritos u otras opciones poco saludables.
2- Distribuye bien las comidas. No pases muchas horas sin comer, ya que acabarás recurriendo a los alimentos menos sanos. Mantener una rutina de horarios de comidas y comer más veces pero menos cantidad evitará que te des atracones cuando te sientes a mediodía a la mesa.
3- Toma frutas y verduras. Estos alimentos no pueden faltar en tu dieta en ninguna época del año. Siempre que puedas consúmelas crudas, ya que así te beneficiarás de todos sus nutrientes, vitaminas, minerales y fibra.
4- Ten cuidado con la cafeína. No abuses del café, ya que te puede causar acidez, malestar estomacal, dificultad para dormir e incluso ansiedad.
5- Huye de las máquinas expendedoras. Puesto que pocas veces tienen opciones saludables, llévate al trabajo tus propios snaks para no caer en la tentación de productos como las patatas chips, las palmeras de chocolate o los refrescos de cola.
6- Picotea alimentos saludables. Comer entre horas es una buena opción para no llegar a mediodía con un hambre voraz. Frutos secos, fruta, crudities, yogures, algún batido o queso son algunas opciones saludables para picotear.
7- Bebe agua. Mantenerte hidratado te ayudará a liberar toxinas indeseadas del organismo y a mejorar tu estado general.
8- Cocina de forma sana. Cocinar los alimentos a la plancha, al vapor, al horno, a la parrilla o incluso a la barbacoa facilitará tu digestión y tu organismo sentirá un mayor bienestar.
9- Cuidado con el alcohol. Evita en la medida de lo posible el consumo de alcohol ya que, además de todos los efectos nocivos que tiene para la salud, hace que tu organismo se deshidrate e ingiera calorías vacías sin ningún valor nutricional.
10- ¡Ojo con los postres! Los helados, pasteles o dulces en general déjalos para ocasiones especiales y elige para tu día a día opciones más nutritivas como frutas frescas o lácteos.
Ya lo ves, el hecho de conseguir tus objetivos de pérdida de peso no quiere decir que ya puedas bajar la guardia. Deberás mantener unos hábitos alimenticios saludables para que tus logros no se desvanezcan en el mismo momento de concluir la dieta.