Con el paso del tiempo, y según fue creciendo la asociación, sintieron la necesidad de dar respuesta a la sociedad y a los medios de comunicación sobre cuestiones relacionadas con sus familias y sus derechos. En la actualidad, Galehi cuenta con más de cuatrocientos integrantes y es un referente en la lucha por los derechos LGTBI. La pluralidad, la tolerancia y el respeto a la diversidad presiden todas sus actuaciones. Marta Márquez, madrileña de 41 años y licenciada en Administración y Finanzas, es en estos momentos su presidenta.

¿A qué tipo de familias acoge la asociación que usted preside?

A las de todo tipo, porque la diversidad es lo que sostiene los pilares de Galehi. De este modo tenemos familias formadas por dos mamás, dos papás, madres y padres solteros por elección, familias formadas mediante reproducción asistida (IA, FIV, método ROPA, gestación subrogada), adoptantes, de acogida o con hijos e hijas de relaciones heterosexuales anteriores, entre otras.

¿Qué requisitos hay que reunir para pertenecer a Galehi?

Tener intención, ser una familia LGTBI o estar en proceso de serla y hacerse socio en nuestra página web www.galehi.org. Todas las manos son necesarias, así que si hay ganas de trabajar, mejor que mejor.

¿Existen más asociaciones como esta?

Galehi es una asociación de familias LGTBI a nivel nacional. No obstante, existen otras asociaciones locales que también realizan un gran trabajo.

¿Qué actividades realizan ustedes?

En tiempos de Covid pocas han podido proponerse que no hayan sido online, pero de forma habitual hacemos jornadas de encuentro, tardes de teatro, picnics, encuentros deportivos y todas aquellas actividades que nuestras familias nos proponen. Además, tenemos una actividad política para proteger los derechos de las familias LGTBI tanto a nivel local como nacional y europeo, formando parte de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y de la Network of European LGBTIQ* Families Associations (NELFA).

¿Es sencillo adoptar por parte de una familia homoparental o por parte de una persona homosexual sola?

Actualmente, fuera de España es imposible. Una pareja LGTBI solo puede hacerlo dentro de nuestro país, aunque los procesos son largos y con duplicidades en muchas ocasiones.

También existe la posibilidad del acogimiento, ¿en qué consiste?

El acogimiento familiar es un proceso largo donde las familias que optan por esta opción tienen que tener en cuenta que son menores con una familia de origen, siempre con problemas y algunos muy graves. Cuando las familias tienen problemas que les impiden cuidar adecuadamente a sus hijos, la comunidad se hace cargo de ellos y pasan a estar en residencias de menores. Ahí se inicia un proceso en el que se intenta buscar una familia de acogida, que puede ser temporal o permanente. Hay que tener en cuenta que son menores que han visto o vivido cosas que no deberían y necesitan un apoyo muy especial. Desde luego, yo animo a las familias que puedan a que sean generosas e intenten darles un hogar, aunque sea temporal.

Los niños adoptados por parejas homoparentales (dos padres o dos madres) carecen evidentemente de la figura paterna o materna según el caso, ¿el niño acusa esta falta?

Decir que alguien carece de algo viene a decir que es una necesidad que no tienen cubierta, y eso es radicalmente falso. Desde el origen, las familias se han formado de muy diversas formas y el ser humano sigue aquí. Eso quiere decir que para formar una familia y para el correcto desarrollo del ser humano lo que se necesita es amor, respeto y una serie de cuidados que da exactamente igual de quién vengan. Los niños con familias homoparentales, desde luego, no tienen esas carencias porque viven en hogares donde les aman y donde han pasado mucho tiempo soñando con el momento en el que estuviesen en una familia.

¿Cree que la sociedad ve a las familias homoparentales como algo normalizado, o todavía sigue habiendo reticencias?

Según distintos estudios realizados, tanto en España como en otros países europeos, las sociedades cada vez ven con mejores ojos que existan familias diversas. Realmente, como en todo, el porcentaje de quienes consideran a las personas LGTBI como enfermas es mínimo, aunque eso no quita para reconocer que el activismo aún tiene camino por delante, ya que a día de hoy el número de agresiones sigue siendo significativo. Y esto no puede tolerarse de ninguna de las maneras.

¿Qué les diría a aquellas personas que no aceptan que una pareja homoparental adopte un niño?

Realmente me resulta muy complicado imaginarme estar delante de alguien que prefiera que un niño o una niña esté en una residencia de menores, con todo lo que eso supone para su crecimiento y su estabilidad emocional, a estar en una casa con una familia con dos mamás o dos papás. Creo que es muy complicado hacer entender a alguien así que lo único que se necesita para ser feliz es que te quieran.

Se han cumplido quince años desde la aprobación de las uniones LGTBI, ¿queda mucho por hacer?

Por supuesto que queda mucho por hacer. A día de hoy muchas personas LGTBI y sus familias siguen sufriendo discriminaciones, agresiones y acoso. En los centros educativos nuestras hijas e hijos sufren acoso por serlo de personas LGTBI y aún no está contemplado como delito de odio. Las mujeres lesbianas tienen que casarse obligatoriamente para filiar a un menor, y aún estando casadas tienen que acudir ambas al Registro Civil, sin posibilidad de hacerlo en el hospital como las parejas heterosexuales. No existen referentes en textos educativos ni en ningún tipo de institución. Los formularios oficiales y las páginas web aún no nos contemplan. Las personas transexuales siguen siendo discriminadas y patologizadas. Y podría continuar.

Recientemente, el papa Francisco ha apoyado las uniones civiles entre homosexuales, ¿qué le parece la noticia?, ¿cree que es puro marketing o es algo sentido?

Partiendo de la base de la propia palabra, lo que nosotras defendemos es el matrimonio, no la unión civil como algo parecido. Bajo mi punto de vista, ahí hay mucho marketing. La Iglesia católica lleva vilipendiándonos siglos y siglos, y aunque este papa se vista de progre no tardará mucho en decir que sus palabras son malinterpretadas y que, en realidad, quería decir otra cosa. Diferenciemos entre la fe y la Iglesia. Creo que hay curas más progres y personas LGTBI creyentes que tienen fe, pero eso no quita que la Iglesia ahora vaya a decir que ser gay, lesbiana o bisexual es algo natural.

PERSONAL

Edad: 41 años.

Lugar de nacimiento: Madrid.

Estado civil: Divorciada.

Signo zodiacal: Capricornio.

Carrera profesional: Márquez es licenciada en Administración y Finanzas. Ha dedicado muchos años a esta profesión, pero en la actualidad trabaja en sus dos grandes pasiones: el activismo y el periodismo/escritura.