Recorremos el corazón del Parque Natural del Gorbeia desde el aparcamiento de Saldropo. Ignoramos las rutas habituales que parten de aquí, como la cascada de Uguna o la vuelta por el hayedo de Otzarreta para realizar una circular no tan conocida pero igual de espectacular.
DATOS PRINCIPALES
· Kilómetros: 7 km
· Desnivel positivo: 441+
· Duración: corriendo 1:20h / Caminar - correr: 1:45h / Senderismo 2:30h
LLEGADA AL PUNTO DE PARTIDA
· Desde Bilbao, salimos por la parte sureste para por medio de la AP-8 llegar hasta Galdakao donde cogemos la N-240 hasta llegar arriba del puerto de Barazar. Justo allí a la derecha asoma la carretera de monte que nos lleva al aparcamiento de Saldropo.
· Desde Donostia tomamos la A-8 sentido Bilbao. En Amorebieta por medio de la BI-635 llegamos hasta Lemona donde cogemos la N-240 sentido Vitoria. Seguimos las indicaciones anteriores.
· Desde Vitoria, salimos por el norte de la ciudad para por medio de la N-240 hacia Bilbao llegar a la parte superior de Barazar. Allí a la izquierda aparece la carretera de monte que nos lleva a Saldropo.
· Desde Pamplona, saliendo por la parte oeste mediante la AP-15 y después la A-10 llegamos hasta Alsasua. Allí cogemos la N-1 sentido Gasteiz cogiendo la salida 355 para acceder a la N-240 y seguimos las indicaciones anteriores.
DESCRIPCIÓN
En el corazón del Parque Natural del Gorbeia, entre hayedos, pastos y rocas calizas, se encuentra una de esas rutas que resume bien lo que es caminar por nuestro entorno natural: una mezcla de bosque, monte abierto y silencio. La circular que parte de Saldropo sube a Arralde, entre otras cimas, y regresa por el paso de Atxuri. No es una gran ascensión ni una aventura extrema, pero tiene algo que engancha: variedad de paisajes, buenas vistas y la sensación de estar lejos del ruido.
El recorrido arranca en el área recreativa de Saldropo, un lugar amplio, con mesas, campas y el sonido del agua corriendo cerca. Es fácil aparcar, pero se recomienda ir pronto, ya que la zona está por días bastante frecuentada y, desde los primeros pasos se nota ese ambiente húmedo y verde que caracteriza a este fantástico Parque Natural del Gorbeia. El camino comienza suave, rodeado de prados y pequeños arroyos, para ir ganando altura poco a poco entre árboles jóvenes y helechos.
A medida que se asciende –ya con mayor pendiente, sobre todo con dos rampas de pista duras de verdad– el bosque se va abriendo y deja paso a las laderas que suben hacia Arralde (1.126 m). No es una cima muy conocida, pero tiene su encanto. La última parte de la subida es empinada por un estrecho sendero con una pequeña trepada muy sencilla por roca y, al llegar arriba, la recompensa está en la panorámica: hacia el sur, el Gorbea preside el horizonte con su cruz metálica; hacia el norte, se distinguen las crestas de Anboto y la línea de los montes de Urkiola. En días claros, incluso se adivina el mar al fondo.
Arralde es un buen lugar para hacer una parada, comer algo y dejarse llevar por el aire fresco que suele soplar. No hay refugios ni construcciones, solo una amplia campa donde se mezclan el verde y la piedra. A menudo, el viento se convierte en el único sonido, junto con el lejano cencerro de alguna oveja latxa, alguna vaca o un pequeño grupo de caballos que pastan tranquilos por las laderas.
Desde la cima, el sendero continúa en dirección este. El terreno cambia: menos pendiente, más roca suelta y tramos de matorral bajo. Muy recomendable, por no decir casi imprescindible, llevar el track para este tramo hasta la cima de Atxuri. El sendero se vuelve muy difuso varias veces, aunque siguiendo la línea de cresta no tiene perdida, siempre con Saldropo a nuestra derecha.
El camino va descendiendo con calma hacia el paso de Atxuri, una especie de corredor natural entre paredes calizas. Su nombre, que significa roca blanca, describe bien el entorno. El contraste entre el verde del hayedo y el gris claro de las piedras crea una imagen muy característica de esta zona del Gorbea. Como indican las marcas de madera, aquí tenemos la opción de seguir hacia delante para hacer otra modesta cima, Arimekorta, justo a mitad de camino entre el Gorbea y las lomas pétreas de Lekanda.
CONSEJOS PARA REALIZAR ESTA RUTA
Hidratación. Tenemos fuente en Saldropo, pero ya no más, por lo que habrá que llevar, a pesar de lo corta que es, una buena provisión de agua.
Calzado. Calzado cómodo, pero con protección para roca. El camino tiene de todo sendero, pista, maleza, roca. Con tiempo húmedo extremar las precauciones.
Dificultad. Salvo el paso de Atxuri con roca húmeda que hay que andar con cuidado, la ruta no entraña más dificultad.
El paso de Atxuri tiene algo especial. No es un punto especialmente alto, pero sí uno de esos lugares que parecen marcar el límite entre dos mundos: el del monte abierto y el del bosque cerrado. Cruzarlo da la sensación de volver a entrar en un espacio más íntimo. A partir de ahí, el camino se interna de nuevo en el hayedo, con suelo blando, raíces y el sonido de las hojas bajo las botas.
El descenso hacia Saldropo es tranquilo y agradable. A medida que se baja, la luz se filtra entre las ramas y el aire se vuelve más húmedo. En días de niebla, el paisaje gana un tono casi mágico, con los troncos cubiertos de musgo y el murmullo del agua acompañando los pasos. Es el tramo ideal para ir sin prisa, disfrutando de los detalles: un helecho que se abre, el color del musgo, el olor a tierra mojada.
Al final, el sendero desemboca otra vez en las campas de Saldropo, cerrando el círculo. No es una ruta larga ni exigente, pero deja una sensación completa. En unas pocas horas se pasa del bosque al prado, del aire abierto de las cimas al ambiente recogido del hayedo. Es un recorrido que permite desconectar sin tener que subir grandes montañas. La circular de Saldropo por Arralde y Atxuri es perfecta para quien busca una jornada de monte sencilla, pero con variedad. Ideal para caminar sin prisas, disfrutar del entorno y volver con la cabeza despejada. Además, el terreno es agradecido: salvo en días de mucha lluvia, el camino se mantiene en buen estado y es fácil de seguir.
Muchos visitantes del Parque del Gorbeia pasan de largo por esta zona, centrados en la subida clásica al pico principal, pero este recorrido tiene su propio encanto. Ofrece una cara más tranquila del parque, menos transitada y más cercana al ritmo natural del lugar. Aquí no hay multitudes ni cruces de hierro; solo senderos antiguos, viento en las lomas y el sonido de la montaña respirando a su manera. Quizá por eso, al regresar al punto de partida, uno siente que ha hecho más que una simple excursión. Ha recorrido un pedazo del Gorbeia auténtico, sin artificios, donde el monte se muestra tal cual es: verde, húmedo, sereno y vivo. Da igual en que época del año vengamos a esta zona, ya que los colores de cada estación nos van a atrapar a cada paso que demos.
PLANES ALTERNATIVOS
A continuación, damos un par de opciones extras con las que completar nuestra jornada de monte:
· Visita guiada por el valle de Arratia: Ahondaremos en la arquitectura medieval y rural del Valle de Arratia. En Artea, cuyo nombre antiguo es “castillo de Elejabeitia”, que surgió de la unión de dos parroquias, Castillo y Elejabeitia. Después de conocer la curiosa iglesia de Elexabeitia nos dirigiremos a Areatza. Allí descubriremos una villa medieval: por qué surgieron, qué tipo de construcciones realizaban y cómo vivían. Palacios barrocos, casas urbanas medievales o la iglesia de San Bartolomé serán algunas de las paradas. Finalmente, en Zeanuri veremos unos ejemplos del elemento más importante de la arquitectura rural: los caseríos. Además, las casas torre, palacios y caseríos se funden en un singular entorno en el que la piedra hace que los rincones más sombríos de este pequeño lugar sean muy atractivos. Mas info en la Web del ayuntamiento de Areatza.
· Visita al museo etnográfico de Orozko: conocido también como “Orozkoko Museoa”, está ubicado en la Casa Palacio Legorburu. un edificio del siglo XVIII de carácter señorial, más conocido como Casa Kareaga. Lo encontrarás en la plaza principal de Orozko, a tan solo unos metros del ayuntamiento. Si nos interesan las tradiciones y la cultura vasca aquí descubriremos cómo eran nuestros antepasados, y cuáles eran sus tradiciones y peculiaridades. Es un museo interactivo y participativo donde los niños pueden aprender mientras se divierten con medios audiovisuales o juegan con maquetas. Es un museo que impulsa la participación continúa del visitante, por lo que resulta un museo ideal para ir con niños. Mas info en https://www.orozkomuseoa.eus/
Tenemos muchas poblaciones como Areatza, Artea, Zeanuri u Orozko donde poder disfrutar de la tradicional gastronomía vasca y reponer fuerzas.
 
        
     
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