De todos los lugares que conforman Álava, hay algunos que destacan por su historia, tradiciones, gastronomía, naturaleza, etc. Y también los hay que permanecen envueltos en un aura de misterio y leyendas. Tanto es así, que 'National Geographic', en uno de sus recientes artículos, explica cuál es, y por qué no es recomendable viajar allí solo.

Se trata de Ochate, un rincón considerado “pueblo maldito”, en el Condado de Treviño, cerca de las tierras alavesas. Aunque hoy en día es una aldea abandonada en ruinas, acumula una serie de sucesos paranormales y fenómenos extraños a lo largo de su historia. 

Un pasado con más de mil años

Ochate aparece por primera vez en antiguas referencias en el año 1025. En la Edad Media, el pueblo quedó desierto casi dos siglos, hasta el año 1522. Entonces, su ubicación como ruta comercial del Vino y el Pescado le dio la oportunidad de crecer económicamente. 

A pesar de este progreso, basada en la agricultura y el comercio, su decadencia empezó en el siglo XIX. El desencadenante fue la inauguración del Camino Real Nuevo entre Vitoria y Laguardia, dejando fuera a Ochate y abocándolo a una gran crisis económica. 

Por si fuera poco, entre los años 1860-70, tres epidemias diferentes golpearon esta localidad. Sin embargo, lo más curioso de todo es que no se registraron casos en ningún pueblo vecino. Esto dio pie a la idea de que Ochate estaba sumido en una maldición

Tal fue la desesperación de sus habitantes que estos pronto comenzaron a abandonar el municipio. El último ciudadano lo hizo allá por el año 1936, justo cuando la Guerra Civil estalló. Como resultado, este lugar quedó completamente vacío.

El renacer del misterio en los años 80

En la década de los años 80, Prudencio Muguruza, un aficionado del esoterismo, tomó una fotografía que mostraba una esfera luminosa encima de la torre de la vieja iglesia del lugar. Gracias a la publicación en la revista ‘Mundo Desconocido’, Ochate dio el salto a la fama. 

Con esta noticia, se hicieron públicos testimonios de fenómenos paranormales: gritos, voces, visiones de espectros, sonidos extraños, etc. Incluso se especulaba con la idea de que hubiera concentraciones poco comunes de insectos y plantas venenosas en el pueblo. 

Ochate a día de hoy

En la actualidad, es complicado acceder a Ochate. Uno de los caminos más fáciles es desde Miranda de Ebro hasta el pueblo de Imiruri. Una vez allí, se llega desde una pista forestal en ruinas, entre las que se pueden ver la iglesia de San Miguel, una torre en pie, y algunas casas.

No muy lejos de allí, quedan los restos de la antigua ermita de Burgondo, asolada por un incendio en los años 80 a causa de un rayo. Esto hizo que se revelara un medallón con el icono de la Inmaculada Concepción, algo que es motivo de peregrinaciones religiosas en agosto. 

Las ruinas de Ochate, en Treviño Turismo Burgos

Entre el escepticismo y la fe

La opinión sobre estos sucesos que tuvieron lugar en Ochate ha generado disparidad de opiniones. Mientras que algunos defienden los fenómenos paranormales que allí ocurrieron, otros niegan totalmente que fuera así, argumentando efectos ópticos o sugestión. 

Asimismo, la escasa documentación histórica pone en el punto de mira la veracidad de las supuestas epidemias. De hecho, no pocas personas consideran que el mito ha prevalecido antes que los hechos.