La esencia vasca no solo se puede ver en la cultura o la gastronomía: también está presente en muchos lugares. Bien por su arquitectura, historia u otras razones, es un dato más que interesante para conocer nuevos rincones. Y, uno de ellos, que menciona ‘National Geographic’ en uno de sus recientes artículos, tiene esa esencia euskaldun.
Situado a unas dos horas de Vitoria, en Castilla y León, entre Burgos y Soria, se trata de un pequeño municipio que parece anclado en el tiempo. A orillas del río Duero y con una población de algo más de cien habitantes, es un remanso de naturaleza y desconexión.
Un tesoro con sabor vasco
Hablamos de Salduero, en Soria, una localidad cuyos alrededores captaron la atención en tiempos antiguos de figuras literarias de renombre, como Antonio Machado o Gerardo Diego. Pero su importancia no se limita solo al mundo de la cultura.
De hecho, en 2017, la televisión autonómica de Castilla y León (CyLTV) llegó a nombrarlo como el pueblo más bonito de toda la comunidad. Algo que se puede comprobar tras pasear por sus empedradas calles y la esencia rural que se respira.
Asimismo, cabe destacar un hecho insólito: debe su belleza, en parte, a su característico puente que los vascos que allí se asentaron durante el siglo XIX. En esos tiempos, muchos euskaldunes se asentaron allí y terminaron la obra a principios del siglo XX.
Maravillas arquitectónicas
El puente carretero mencionado anteriormente es una construcción de seis arcos que une el pueblo de Salduero con otros cercanos como Abejar o Molinos. Su función era sustituir a una vieja pasarela y es una de las edificaciones arquitectónicas más reseñables de la zona.
Por otro lado, la Iglesia de San Juan Bautista combina una capilla mayor de estilo gótico junto con retablos rococó y piezas de plata. En el centro del municipio hay una escultura que homenajea al carretero, uno de los oficios más distintivos de la zona.
Tampoco podemos dejar de lado otros espacios como la Ermita del Santo Cristo, una joya religiosa de incalculable valor. Y, por supuesto, la Ermita de Santa Elena, un edificio reconstruido que alterna tradición y modernidad.
Rutas, naturaleza y vistas de ensueño
Al margen de la arquitectura, Salduero es perfecto para desconectar con la naturaleza. Una de las rutas más´conocidas es la que lleva al Pico del Águila, un itinerario que termina en un mirador donde contemplar el pueblo y disfrutar de sus vistas.
Se puede seguir el sendero hasta la Piedra Andadera, o cruzar entre bosques hasta la Fuente de Piquillos. Como alternativa, está la Ruta 66 de Pinares, con visitas incluidas a la cascada del Arroyo Mojón, la Cueva Morena o el mirador en el Picozo.
¿Cómo llegar desde Vitoria?
La mejor vía para llegar a Salduero desde Vitoria es en coche, durante poco más de dos horas. Lo más sencillo es pasar por la N-1 en sentido Burgos y más tarde desviarse por la N-234 en dirección a Soria. Tras llegar a Abejar, se llega al destino en muy pocos minutos, pues están bastante próximos el uno del otro.