Aventuras, naturaleza y patrimonio confluyen en Lleida. Poner en valor todo el patrimonio cultural, histórico y monumental, aparte del natural, de que dispone la demarcación ha llevado años de trabajo. Una tarea ímproba cuyo fruto ha sido la creación de un amplio abanico de propuestas pensadas para todos los gustos.
Como queda patente a simple vista, el turismo de naturaleza es seña de identidad de Lleida, pero la demarcación contiene también un tesoro patrimonial de relevancia que invita a descubrir, especialmente en el tiempo de ocio estival. Para ello, ofrece opciones muy diversas, a la medida de todos los públicos y en continuo crecimiento. Entre ellas, algunas novedosas este año, como es, sin duda, la Ruta Joan Oró: el origen de la vida, que plantea un viaje de más de 500 millones de años para conocer cómo se generó la vida en la Tierra, desde su surgimiento hasta hoy, vivido íntegramente desde las Terres de Lleida.
Una propuesta enfocada a un público familiar que combina turismo y ciencia con visitas a lugares como el Parque Astronómico del Montsec (Àger, La Noguera); el Pirineus Geological Open Museum (Tremp, El Pallars Jussà); el lago de Montcortès (Baix Pallars, El Pallars Sobirà); el Centro de Interpretación del Montsec (Vilanova de Meià, La Noguera); el Mirador del Cretaci (L’Alt Urgell); los museos Dinosfera (Coll de Nargó, L’Alt Urgell) y de la Conca Dellà (Isona, El Pallars Jussà), y el conjunto rupestre de la Roca dels Moros (el Cogul, Les Garrigues), un destacado yacimiento de pinturas rupestres formado por 48 figuras humanas y animales.
Además de la nueva ruta, otras sugerencias excelentes para disfrutar en familia son las que proporciona Oleoturismo de Lleida: el sabor de la tierra, que reúne 39 experiencias y actividades vinculadas con el aceite en cuatro comarcas del llano leridano: Les Garrigues, La Noguera, L’Urgell y El Segrià.
Entre castillos y buscadores de oro
Mención especial requiere la nueva ruta guiada que combina la visita a algunos de los pueblos y castillos más emblemáticos de Plans de Sió (La Segarra) en los que conocer historias y leyendas relacionadas con los lugares visitados. No en vano, la comarca de La Segarra es conocida como la “tierra de castillos” por el gran número de fortificaciones que allí se alzan. En total, la Ruta de los Castillos de Sió abarca 14 castillos, seis de ellos visitables, que datan de los siglos XI y XII.
Asimismo, cabe destacar el Centro de Interpretación del Oro del Segre, que se ha consolidado como un referente turístico de la capital de la Noguera, Balaguer, diez años después de su inauguración en 2013. Ubicado en el edificio anexo al Molí de l’Esquerrà, va más allá del recorrido por la historia de la explotación de oro en el río Segre, incitando al visitante a vivir la experiencia de los auténticos buscadores de oro.
Nuevos museos de interés
Por otro lado, este año ha vuelto a abrir las puertas el Museo de la Conca Dellà, situado en Isona (El Pallars Jussà) para ofrecer a los visitantes un equipamiento totalmente renovado y actualizado. El museo exhibe una interesante colección centrada en los ámbitos paleontológico, histórico y territorial.
Y no se puede olvidar el Museo de las Mariposas de Ribera de Cardós, que este año ha alcanzado los 1.000 ejemplares. Allí tienen preparadas diferentes actividades y exposiciones para explicar todo lo referente a estos insectos, así como algunas curiosidades. Y tienen expuesta una mariposa única en el mundo, que es la joya del lugar, además de la más pequeña. Desde el propio museo organizan visitas y actividades al aire libre para ver mariposas, insectos y saber qué representan y cuál es su función. Propuestas muy recomendables si se viaja con niños.
Dentro de las novedades de este año cabe destacar igualmente el nuevo Morera, Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Lleida, que ha abierto recientemente sus puertas. Cuenta con más de 3.500 metros cuadrados dedicados al arte y un fondo artístico integrado por 5.000 obras.
Asimismo, requiere mención destacada el nuevo albergue de peregrinos que el Ayuntamiento de Tàrrega ha habilitado en Cal Trepat para aquellas personas que hagan el Camino de Santiago o el Camino Ignaciano.
Estas novedades se suman a otras propuestas para hacer en familia ya consolidadas, como la visita al conjunto románico de Vall de Boí, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, la Seu Vella de la ciudad de Lleida, el poblado ibérico de los Vilars de Arbeca, las construcciones de piedra seca, los citados castillos de La Segarra y L’Urgell, las pinturas de la Roca dels Moros (El Cogul) y otros muchos elementos museísticos, monumentales, arquitectónicos y de valor histórico que están dispersos por la geografía leridana.
Como colofón, cabe resaltar la opción de viajar con el Tren dels Llacs, que ofrece la posibilidad de descubrir unas vistas magníficas en el transcurso del trayecto desde el llano hasta el Pirineo. Pasa por un total de 40 túneles y 75 puentes durante 89 kilómetros de trayecto de unas dos horas de duración. En definitiva, propone un viaje muy pintoresco a través de los Pirineos.
Si aún quedan tiempo y ganas de seguir sorprendiéndose en Lleida, la visita al Parque Astronómico del Montsec permitirá contemplar uno de los mejores cielos de Europa, reconocido con el sello Starlight de la Unesco. Allí, una instalación multimedia excepcional ayuda a quienes se acercan a descubrir el firmamento como nunca antes se ha hecho.
La calidad como premisa
El sector turístico leridano lleva años trabajando para convertirse en el referente del turismo familiar, sostenible y de calidad que es hoy en día. Tener una red de establecimientos y alojamientos de calidad con profesionales con años de experiencia que te harán sentir como en casa es uno de los puntos fuertes de la demarcación.
Ha surgido así una oferta turística de primer nivel que busca la calidad por encima de la cantidad y que abandera la sostenibilidad como una herramienta para preservar el bien más preciado que tiene: el territorio. Si a esto se le suma un equipo humano de profesionales que regentan una amalgama de equipamientos y alojamientos en base al trato cercano y afable, el resultado es una combinación ganadora que hace que visitar Lleida sea garantía de éxito. Merece la pena aventurarse.