Los parajes naturales del Pirineo y las Terres de Lleida son un escenario privilegiado para la práctica del turismo activo, al que se presta el verano de forma especial. Allí se pueden vivir aventuras emocionantes por tierra, agua y aire, por lo que los aficionados a navegar por serpenteantes ríos, a surcar los cielos o simplemente a pasear por bellos parajes naturales encontrarán la experiencia a su medida.

Las opciones son múltiples para disfrutar de un ocio de calidad en solitario o bien con la familia o entre amigos. En definitiva, todo un plantel de actividades y modalidades deportivas que pueden complementar la visita a la demarcación y que, a buen seguro, harán de la estancia en tierras leridanas una experiencia inolvidable.

BTT en la Vall d’Aran. Oriol Clavera

Referente internacional 

De cuidar hasta el mínimo detalle para que acción y emoción se conjuguen en armonía se ocupan los más de dos centenares de empresas que operan en Lleida. Son en total 277 compañías distribuidas entre las 13 comarcas de la demarcación, lo que ha convertido a esta tierra en referente a nivel nacional e internacional del turismo activo y de aventura. Ello tanto por número como por volumen de actividad del sector, al contabilizar más de 800.000 servicios contratados el año pasado, con un impacto económico de más de 111 millones de euros.

Para quienes gustan de sensaciones fuertes, se pone a su alcance la posibilidad de navegar río abajo por aguas turbulentas, y para espíritus más tranquilos, descubrir bosques y paisajes a pie caminando sobre el verde tapiz que cubre sus montañas y praderas, o bien en bicicleta, e incluso observar el territorio a vista de pájaro desde un parapente. En Lleida nada es imposible, precisamente porque uno de los principales atractivos de esta tierra durante los meses de verano es, sin duda, el turismo activo y de aventura.

Rafting en Pallars Sobirá. Patronato Turismo Diputación Lleida

Diversión en el agua 

A los amantes del rafting o a quienes se animen a practicar esta modalidad deportiva por vez primera les brindan máximo disfrute los ríos Noguera Ribagorzana, Noguera Pallaresa, Garona y Segre. Son centros de esta actividad, que es la punta de lanza de la oferta de turismo activo acuático en las comarcas del Pirineo.

No obstante, la gama de alternativas es extensa para quienes buscan diversión en el agua, con propuestas como, por ejemplo, el piragüismo (canoa y kayak), el hidrotrineo, el descenso de barrancos, el bus-bob y el trekking acuático, para citar las más populares.

Otra opción de ocio refrescante la brindan los embalses, con sus aguas más tranquilas. Es el caso del de Rialb, el Ràfting Parc de La Seu d’Urgell, el Parque de la Roca del Call de Ponts, las dos grandes balsas de Gimenells, el embalse de Terradets, Sant Llorenç de Montgai, Sant Ponç, Sallente, Sant Antoni y la Torrassa. Allí se pueden practicar en óptimas condiciones el piragüismo, actividades subacuáticas, kayak, esquí acuático, vela, pádel-surf, windsurf y ultratube.

Parque Nacional d’Aigüestortes. Estany de Sant Maurici. O. Clavera

Aventuras en tierra firme 

La tierra firme, por su parte, ofrece abundantes alternativas para pasear en contacto directo con la naturaleza, por parajes excepcionales que propician el relax, donde el silencio se oye, solo interrumpido por los cantos de los pájaros que anidan en la zona. En este sentido, el senderismo y el trekking son las actividades más populares, aptas para todo tipo de público y condición física. A ello ayudan los centenares de rutas señaladas que hay por todo el territorio, con diferentes niveles de exigencia física. Basta con elegirlas a la medida de cada cual, equiparse con el calzado adecuado y agua en la mochila, para emprender la excursión por cualquiera de los rincones de la demarcación.

 Y, por supuesto, a los forofos del montañismo les esperan en Lleida algunos de los picos más emblemáticos de Cataluña, como la Pica d’Estats o el Sotllo, en El Pallars Sobirà; el Montardo, en la Vall d’Aran; o el Besiberri y el Comaloforno, en L’Alta Ribagorça, entre otros muchos repartidos por la geografía pirenaica. En su caminata y ascensión a cualquiera de ellos están asegurados los paisajes de postal

Parque Natural de l’Alt Pirineu. Sergi Reboredo

Asimismo, grandes y pequeños tienen ante sí la tentación de hacer excursiones a caballo o bien pedaleando por las rutas de BTT, bicicleta de carretera o gravel. Estas son otras propuestas que completan el catálogo de actividades idóneas para estos meses de calor con las que pasar buenos ratos de forma saludable, haciendo ejercicio. En los descansos, la variada gastronomía de la tierra permitirá reponer fuerzas, ya sea en los pueblos de montaña como en los núcleos urbanos.

Para rematar la oferta, la espeleología, las vías ferratas o la práctica de la escalada tienen en lugares como Camarasa, Sant Llorenç de Montgai, Vilanova de Meià, Oliana o el desfiladero de Terradets puntos de encuentro para los aficionados a estas disciplinas gracias a unas características orográficas inmejorables. Porque tanto en las cumbres como en el subsuelo esperan emociones intensas.

Parapente. @lymbus_life

Surcando el cielo 

Finalmente, el parapente es el producto estrella entre las actividades aéreas. Los municipios de Àger, en La Noguera, y Organyà, en L’Alt Urgell, se han convertido en los principales polos de esta modalidad y de las disciplinas relacionadas con el vuelo. Estas pueden ser también el salto base, los ultraligeros, los vuelos en globo aerostático o los vuelos sin motor.

Una muestra más de que todo lo que se puede buscar en verano está en el interior de Lleida pero también de las personas, de las gentes que pueblan cada municipio a explorar. Y precisamente, los meses de verano son perfectos para hacer aflorar los anhelos de aventura, reconectar con la naturaleza y crear, por qué no, nuevos recuerdos que acompañarán por siempre al visitante.