La Rioja Alavesa es una de las regiones con más encanto tanto de Álava como de todo Euskadi. Debido a la belleza de su paisajes, gastronomía, historia y cultura, perderse por algunos de sus municipios merece mucho la pena. Y hay uno de ellos con mucho para ver, que no es ni Laguardia ni Elciego, pero que es igual de espectacular.
Se trata de Salinillas de Buradón. Este pequeño rincón, de poco más de cien habitantes, es un concejo de Labastida. Pese a no ser muy extenso, es recomendable conocerlo por su tranquilidad, cercanía con la naturaleza y valor histórico.
Arquitectura medieval e historia
Cuando hablamos de Salinillas de Buradón, uno de sus grandes atractivos es su riqueza arquitectónica. Pese al avance de los años, se ha mantenido en buenas condiciones y sirve como un espejo del pasado, el cual perdura en nuestros días.
Murallas medievales
Sancho IV de Castilla ordenó construir en el siglo XIII una muralla de piedra caliza que servía para proteger los alrededores de amenazas. Todavía mantiene su esencia medieval, pese a que algunas entradas han sido remodeladas para fortalecer su estructura.
Palacio de los Condes de Oñate
En la plaza mayor y próximo a la muralla, es un edificio rectangular de dos alturas que guarda una torre medieval original. En tiempos pasados, su función era la de un elemento de defensa y residencia para la clase noble.
Iglesia de la Inmaculada Concepción
Originaria del siglo XVI, su enorme campanario y el pórtico son sus dos señas de identidad.Pro si fuera poción, en el interior se pueden ver los sepulcros de Juana de Acuña y Enríque y de Pedro Vélez de Guevara.
El casco histórico
Salinillas de Buradón cuenta con un casco histórico que invita a conocer su pasado a través de sus calles empedradas. En el trayecto, se pueden divisar la plaza mayor, la plaza de la iglesia y otras esquinas que guardan el atractivo de este pueblo.
El Hospital de Santa Ana
Edificado en el siglo XIV, fue un centro muy importante para los peregrinos que se dirigían hacia el Camino de Santiago. Si bien un incendio destruyó parte de su estructura hace siglos, aún hoy conserva sus elementos originales y más distintivos.
El manantial salino
A nivel toponímico, el nombre de Salinillas de Buradón proviene de un manantial salino que antaño era la fuente económica del lugar, entre los siglos XII y XIX aproximadamente. A pesar de que en la actualidad no quedan restos de él, es un símbolo más de este rincón del sur de Álava.
Un parada obligatoria en la Rioja Alavesa
Salinillas de Buradón se encuentra a pocos kilómetros de pueblos riojanos como Miranda de Ebro y Haro, además del otras localidades que conforman la región de la Rioja Alavesa. Si queremos llegar allí desde Vitoria, hay varias vías para ello. El recorrido dura una media hora en coche.
Para ir desde Vitoria a Salinillas de Buradón, se puede ir a través de la carretera A-1 en dirección Logroño o Burgos. Después, se debe tomar la salida hacia la N-124 en dirección Haro, para continuar por la N-124 hasta la salida de Salinillas de Buradón.