El curso político en el Parlamento Vasco arranca sin cambios, con los mismos puntos de desencuentro que ya existían a finales de junio. Además, si hasta ahora se presumía de que el tono era impecable, algunos choques dialécticos comienzan a ser menos diplomáticos de lo acostumbrado, como ocurrió este viernes en el caso del PP y la situación de la Ertzaintza. El pleno de control del Parlamento terminó con un emplazamiento del lehendakari Pradales y de otros integrantes de su Gobierno para que EH Bildu y el PP colaboren y abandonen el “partidismo” sobre Osakidetza, las llamadas puertas giratorias, el reto demográfico o la situación de la Ertzaintza.

Al Gobierno vasco le llamó la atención que se registraran dos preguntas sobre los relevos de julio en la cúpula de Salud, cuando el consejero Alberto Martínez va a comparecer el lunes en comisión para explicarlo. A 72 horas de que diera explicaciones, EH Bildu y PP formularon sendas preguntas al lehendakari y al consejero, respectivamente. Pello Otxandiano vino a decir que algo no cuadra cuando el Gobierno vasco dice que la situación en Osakidetza ha mejorado y, al mismo tiempo, sustituye a su cúpula. No se cree que los cambios respondan al mandato emitido por el pacto de salud, porque él no encuentra ningún punto que pida esa remodelación. Por eso, pidió “honestidad” al Gobierno vasco. Y comparó esta situación con los relevos en la academia de Policía de Arkaute, sobre los que hay “cierta omertá”, un término que puede llamar la atención porque hace referencia a la ley del silencio de la mafia. 

Pradales respondió mientras exhibía los abultados libros del pacto de salud. “En julio del año pasado me dijo que hay que sacar a Osakidetza del debate partidista y cortoplacista. Viendo su intervención de hoy, me pregunto si están cambiando de idea. ¿Está Bildu dispuesta a ser parte de la solución y ayudarnos a mejorar Osakidetza, sí o no?”, preguntó, para añadir que el pacto sí aboca a realizar esos relevos, en la medida en que las nuevas soluciones exigen nuevos perfiles.

Desde el PP, Laura Garrido , al igual que EH Bildu, cuestionó que el pacto de salud haya sido el éxito que pretendía Pradales si después han sido relevados el “viceconsejero de Salud, la directora general de Osakidetza y la directora de asistencia sanitaria”. Pero el consejero puso en duda que al grupo popular le interesen los datos, sino que más bien los vio con la intención de “obtener algún tipo de rédito”. Tras recalcar que él mismo solicitó comparecer a petición propia, aseguró que los cambios se deben al pacto de salud, que pide un “impulso a una nueva innovación organizativa, mayor participación de los pacientes” y “acelerar la transición digital”. De ahí que haya un nuevo viceconsejero de transformación digital, Gontzal Tamayo; uno de administración, Aritz Uriarte, y que la directora de Osakidetza sea Lore Bilbao.

El PP aprieta con las OPE de la Ertzaintza, Jon Goikolea y las colonias de Bernedo

Pero el choque más tenso se produjo con el PP, cuando Ainhoa Domaica agrupó en una sola pregunta el 90% de suspensos en la OPE de la Ertzaintza, que algunos profesores llevan “20 años” cuando el cargo lo deben ocupar durante cuatro años prorrogables, habló del recurso del aspirante que dice que fue apartado tras denunciar agresiones, dijo que el nuevo director de la Ertzaintza es Jon Goikolea y “hace 27 años que no pisa la academia”, e incluso metió las colonias de Bernedo en la coctelera. Por ello, pidió un proceso de “regeneración”

Bingen Zupiria aparcó su templanza habitual para reprocharle que esgrimiera recortes de periódico y “cotilleos”, que presuma de ser la mayor defensora de la Ertzaintza y, por el contrario, haya puesto en duda el trabajo de 42 años y quiera “ensuciarlo todo”. Se reafirmó en “formar bien a los agentes y que consigan el puesto con méritos, porque no se puede dejar la seguridad en manos de cualquiera”. Frente a la denuncia de un aspirante, aportó como contexto que “hay 300 recursos”. Y añadió que solo un 11% ha logrado plaza en todos estos años.

¿Caída demográfica?

El presidente del PP de la CAV, Javier de Andrés, preguntó a Pradales por la “caída demográfica”. En realidad, recurrió a datos que reflejaban un aumento poblacional que, según admitió, se debe a la migración. Por ello, preguntó a Pradales si está de acuerdo con el alcalde de Donostia, Eneko Goia, y cree que “hemos decidido extinguirnos de la mano de la inmigración”. Pradales llegó a la conclusión de que quería hablar sobre migración (“dígalo claramente”), y criticó que quiera “instrumentalizar determinados fenómenos en clave partidista”.

'Puertas giratorias'

Desde Bildu, Lamia Arcas pidió a la consejera Ubarretxena que el silencio administrativo cuando una persona salta del sector público al privado se considere un rechazo. Ubarretxena le recriminó que siga tratando de “generar desconfianza” en la ciudadanía, y que el paso de EH Bildu al sector privado no genere “ruido”.

Doble vara de medir de Vox con los sabotajes

La sesión sirvió para que Vox volviera a llevar preguntas relacionadas con los ataques a la Ertzaintza o los incidentes en La Vuelta ciclista. Sobre los ataques a la Ertzaintza, el consejero Bingen Zupiria avisó de que “no hay ni habrá impunidad”, y el Gobierno hará lo que esté en su mano, pero también para que “ningún extremo” rompa la convivencia, “de la misma manera” en que ha habido sanciones a los radicales que han participado en manifestaciones de Vox, defendió. Contabilizó 26 personas identificadas en Azpeitia tras entrar por la fuerza en comisaría, 2 detenidas y 4 investigadas en Ordizia, y un detenido en Hernani por incidentes racistas. Sobre las fotos de presos de ETA en las fiestas, admitió que le molestan pero la jurisprudencia las enmarca en la libertad de expresión. Eso sí, pidió a quienes exhiben estas fotos que “recapaciten”. Pradales afeó a Vox las “algaradas” con componentes nazis y ultras de 2023 contra el Gobierno español.