Eneko Andueza ha tratado de rebajar la dualidad que se ha instalado en el debate público sobre la reforma estatutaria, donde todo parece indicar que el acuerdo será más sencillo entre los partidos vascos y el problema llegará en el Estado, donde gobierna su matriz, el PSOE. El secretario general del PSE ha asegurado este miércoles tras reunirse con Arnaldo Otegi que “no tiene informaciones” que le hagan pensar que el acuerdo llegará este año en suelo vasco como cree el PNV, una manera de matizar que aquí tampoco será coser y cantar, y de rebajar la lectura de que el problema será Madrid. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, también parecía quitarse la presión estos días cuando matizó que lo primero es lograr un acuerdo en Euskadi. De todos modos, cuando el PNV vaticinaba dificultades en Madrid, no lo decía tanto por el PSOE (con quien Aitor Esteban ha cruzado papeles), sino más bien por el PP, los recursos judiciales o una posible reacción catalana.

Andueza puso en marcha una ronda de contactos con los partidos políticos tras su reelección como secretario general del PSE, y su encuentro con el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, llegó precedido de una elevada expectación y especulaciones sobre futuras alianzas de gobierno. Quizás por ello, tras el encuentro en la sede de EH Bildu en Donostia, ha querido rebajar la espuma. Cree que, sobre la reforma estatutaria, sus “prioridades” son distintas y que, en el día a día, hay coincidencias, pero también “puntos de encuentro inexistentes”, como se ha visto con la “reforma fiscal”. Además, mantuvo sus exigencias éticas y dijo que serán otros “los que se tengan que mover”. El lenguaje verbal fue distendido, incluso llamativamente cordial, pero Andueza marcó perfil con las declaraciones.

Buen tono, pero con diferencias

Andueza explicó que la reunión se había desarrollado “en un buen tono, de respeto y constructivo”, al igual que con el resto de partidos. Buen tono, pero “constatando evidentemente que tenemos diferencias”. Para empezar, aclaró que el PSE está “en todos los gobiernos”, desde el Estado español hasta un buen número de municipios, y “EH Bildu en la mayoría de los casos está en la oposición”. Continuó con la idea de que “hay momentos en los que los puntos de encuento son inexistentes, y en en otros hay coincidencias y posibilita que algunas cosas salgan adelante”. Por ejemplo, recordó que “en los últimos tiempos hemos constatado sintonía en los Presupuestos de Vitoria y Bizkaia y en otras instituciones, y en otros momentos no, como ha sucedido con la reforma fiscal”. A partir de ahí, añadió que el PSE, “desde su responsabilidad de gobierno, siempre va a tender la mano cuando el objetivo sea mejorar la vida de la ciudadanía vasca”.

Sobre la reforma estatutaria, negó que tuviera “un protagonismo específico o especial” en la cita. Y añadió que “las prioridades de cada cual son distintas”, que el PSE ve la “oportunidad de una reforma” pero su prioridad está “en el blindaje de todos los derechos sociales, el punto que nos une y que interesa a la ciudadanía vasca”.

Cuando le preguntaron si es realista la previsión de Esteban de que el acuerdo llegue este año, aseguró que solo han coincidido “cinco minutos en el salón de plenos de la Casa de Juntas de Gernika” y que, sin reunirse ni haber profundizado, no puede “aventurar absolutamente nada”. “Me tendrá que dar más detalle de la cuestión, no tengo informaciones que me lleven a afirmar algo así”, zanjó. Por ahora, el PSE solo constata que algunas declaraciones del PNV o los mensajes más pragmáticos de Pello Otxandiano sí podrían interpretarse como una apuesta posibilista, pero insiste en que no tiene más datos. En la reunión, Andueza estuvo acompañado por Miguel Ángel Morales y Susana García Chueca; y por parte de Bildu, Otegi acudió con Arkaitz Rodríguez y Sonia Jacinto, todos de Sortu.