Los Presupuestos de Pedro Sánchez prevén que la comunidad autónoma vasca pague el año que viene 1.680 millones en concepto de Cupo, el dinero que abona Euskadi al Estado por los servicios que presta en suelo vasco, como determinadas infraestructuras, el Ejército y la Corona. Esta cifra no es definitiva y podría ajustarse a mediados del año 2024 con un cálculo más afinado pero, por ahora, ha llamado la atención que se prevea un aumento de 273 millones con respecto a este año y que sea el Cupo más elevado que se ha presupuestado. Hasta ahora, el récord lo había batido el año 2008 con 1.678 millones. 

El consejero de Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, aseguraba este viernes que este cálculo coincide con el realizado por Euskadi, es decir, que no habría una mano negra que haya inflado de manera artificial el dinero que debe pagar la comunidad autónoma. El aumento del Cupo puede parecer contradictorio con el hecho de que Euskadi ha asumido algunas competencias en los últimos años y, aun así, el dinero que debe pagar al Estado crece. Pero esta situación se explica porque a través del Cupo se contribuye igualmente al pago de los intereses de la deuda del Estado, que va en aumento; y también depende de su nivel de ingresos y de algunas medidas en ámbitos de competencia del Estado. Azpiazu dijo que, en principio, la cifra no es muy alta porque, si se toma la de 2022 y se le añaden variables como el aumento de los tributos concertados, se puede obtener esa cifra.

Defensa del Concierto Económico

Tanto el Gobierno vasco como el PNV siguen defendiendo el Concierto Económico como sistema de riesgo unilateral para Euskadi, más complicado de gestionar en tiempos de incertidumbre económica, pero que permite un elevadísimo nivel de autogobierno. Como adelantó este periódico, Azpiazu añadió que este no es buen año para actualizar el método de cálculo del quinquenio 2022-2026, porque el Presupuesto está afectado por turbulencias económicas.

En cuanto al nivel de inversión del Estado en Euskadi, Azpiazu sí dijo que la cantidad de dinero siempre ha sido muy baja, “por debajo del índice de población, de renta, y ha estado a veces en torno al 0,80%”, un problema “estructural”.