- Tres horas permaneció el lehendakari, desde las 11.15 de la mañana, en la Asamblea corsa ofreciendo explicaciones sobre el modelo vasco ante el interés generado en el auditorio. Los alcaldes de Aiacciu, Corti y Bastia, los grupos parlamentarios y la sociedad civil marcaron en rojo esta cita en sus agendas a modo de demostración de los lazos que unen a dos territorios con una fuerte identidad. Aprovechando este auditorio, Urkullu trató de elevar la mirada del debate territorial para enlazarlo con Europa y habló del documento que presentó Lehendakaritza como aportación dentro de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, para que se respete la diversidad de lenguas o pertenencia, se convoque una convención sobre gobernanza multinivel y se active un grupo de trabajo con el objetivo de alcanzar un estatus de región asociada a la Unión Europea para los territorios con competencias legislativas.
En esa propuesta europea, Urkullu ha tenido manos libres porque el PSE ha decidido desmarcarse. Eso sí, no ha querido ahondar otra vez en el concepto de la Directiva de Claridad para realizar consultas como la de Quebec, en vista de que los estados han vetado este asunto de manera categórica en la Conferencia de Europa, e incluso algunos socios de RLEG no la comparten.
Lo que ha hecho Urkullu es plantear “mecanismos que garanticen a nivel de la Unión Europea el respeto de los acuerdos alcanzados entre las instituciones parlamentarias de los estados miembro y de sus comunidades políticas para el ejercicio de su voluntad de decidir sobre su estatus de soberanía”. Urkullu habló también de la cultura del pacto con el PSE, la injusticia de la violencia o la Agenda 2030 y las políticas sociales.