Eneko Andueza aprieta pero no ahoga a sus socios del PNV. Desde que tomó las riendas de los socialistas vascos, el secretario general del PSE ha tratado de labrarse un estilo propio tras la etapa de Idoia Mendia, y la vía que ha escogido para ello es una mayor escenificación pública de las diferencias con sus aliados jeltzales. Esa actitud ha provocado ya algún choque en los medios de comunicación y parece que se va a cronificar, porque Andueza se siente cómodo con esa imagen díscola que le permite presentar al PSE como algo más que un socio minoritario a la sombra del PNV. Pero, más allá de estos desmarques, Andueza no parece cuestionar las coaliciones de gobierno con el PNV en el Ejecutivo vasco, las tres diputaciones y un buen puñado de ayuntamientos, empezando por las tres capitales.

El socialista ha aclarado este miércoles que PNV y PSE tienen "una muy buena relación en los gobiernos" y, cuando se le preguntó si seguirán siendo aliados, puso en valor que el papel de su partido es "fundamental para incorporar una perspectiva progresista" y para dar "estabilidad". "La estabilidad es muy necesaria, y esa estabilidad viene de la mano del PSE en Euskadi", zanjó en ETB-1.

No es la primera vez que lo dice y la situación parece repetirse de manera cíclica: sobreviene un periodo de críticas al PNV, aclara que no está cuestionando su acuerdo, y después retoma las críticas. Andueza diferencia ambos planos, y defiende su libertad para expresar una discrepancia sin que ello suponga cuestionar su alianza.

LAS RAZONES

Los socialistas tienen una trayectoria centenaria y experiencia de gobierno, pero ahora se enfrentan a una competición feroz en la izquierda. Además, algunos sectores del PSE creen que el PNV es el único que saca rentabilidad electoral a su acuerdo, aunque es un análisis que quedó en entredicho con el fuerte arreón de los socialistas en Araba y las previsiones de las encuestas. Episodios como la amenaza de ruptura de Andueza en la negociación del pacto educativo pueden contribuir a que esos sectores no interpreten que los socialistas se comportan como meros convidados de piedra en el Consejo de Gobierno.

Pero, al mismo tiempo, se mantiene la apuesta por los acuerdos con el PNV, en un momento en el que los jeltzales son también determinantes para la estabilidad del presidente español, Pedro Sánchez. Que la izquierda abertzale no haya cerrado la página de la condena del terrorismo de ETA también ahuyenta otras alianzas, y el PSE ha articulado desde hace tiempo un argumentario público a favor de un acuerdo con el PNV, con el que se presenta como el partido que modera a los jeltzales y evita una ruptura al estilo del procés catalán.

En los episodios más tensos entre PNV y PSE, Andueza tampoco llegó a pedir que se convocara la comisión de seguimiento de su pacto y, aunque los jeltzales han optado por no dramatizar, el diputado Aitor Esteban avisaba hace unos días de que puede terminar cansando a todos. La advertencia no fue más allá, aunque en los últimos meses ha quedado patente que el PNV tiene también capacidad de pacto con otros: por encima de su rivalidad con EH Bildu, han ido de la mano en el acuerdo educativo, y el consejero Azpiazu pactó con la coalición abertzale los Presupuestos de este año.

En cualquier caso, es una incógnita cómo puede evolucionar la situación a medida que se acerquen las elecciones municipales y forales de 2023 o las autonómicas. Tras el ascenso de Andueza, algunos representantes jeltzales del Gobierno vasco admitían en privado que iban a surgir "problemas". Su perfil es distinto al de Mendia, quien como vicelehendakari segunda ha optado por no aplicar al PNV el mismo suplicio que Podemos hace vivir a Sánchez en el Consejo de Ministros. "Nosotros sí sabemos ser Gobierno", han defendido siempre desde el entorno de Mendia.

¿ACUERDOS CON EH BILDU?

Andueza ya aclaró que no contempla la ruptura de los acuerdos tras la primera reunión con el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, el año pasado. En ese contexto, trató de corregir la impresión inicial que habían producido sus declaraciones y que parecían preparar el terreno para una alianza alternativa de izquierdas con EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, sobre todo, tras el respaldo del PSE a los Presupuestos de la coalición abertzale en Durango, o tras las dinámicas de colaboración en el Congreso de los Diputados y Nafarroa.

El PSE matizó que su acuerdo con el PNV goza de buena salud y que no contempla una colaboración estable con EH Bildu mientras no condene el terrorismo de ETA, y también cree que plantea procesos soberanistas en clave de ruptura y de emulación de Catalunya que dificultan acuerdos de gobernabilidad. El propio Andueza se ha mostrado incómodo en público con la posibilidad de investir a un candidato o candidata de EH Bildu a lehendakari. La perspectiva de dejar a EH Bildu también como único socio vasco de Sánchez es algo que no se contempla por el desgaste que supondría.

LOS DESENCUENTROS

En las últimas semanas, Andueza ha criticado la insistencia del PNV en que el Gobierno español pida perdón por el bombardeo de Gernika, ha dicho que hay apellidos franquistas entre los jeltzales, y ha dado oxígeno a la polémica por la equívoca traducción de las palabras de Joseba Egibar sobre los vascos y el euskera. Toda esta situación da argumentos a partidos como el PP, que comparan este acuerdo con una jaula de grillos.

Cuando se le preguntó este miércoles cuál es el motivo de que haya tantos rifirrafes con él mismo como protagonista si parece que impera la calma en los gobiernos, Andueza confirmó que hay "muy buena relación en los gobiernos". "Y yo creo que trabajamos con honestidad y buena sintonía. Somos dos partidos de tradiciones diferentes y cada uno tiene sus opiniones. Yo tengo derecho a dar mi opinión y hacer pública una discrepancia. Mi objetivo no es que el PNV coincida conmigo, sino decir lo que pienso", dijo.

Cuando se le preguntó si fue demasiado lejos al hablar de apellidos franquistas en el PNV, aseguró que no tiene nada que decir y que dio su opinión "con todo respeto y con libertad". "No me voy a apartar de ese camino", sostuvo. Sí aclaró, ante la pregunta de si seguirán siendo socios, que "el papel del PSE en las instituciones es fundamental para incorporar una perspectiva progresista". "La participación del PSE en las instituciones es muy necesaria. La estabilidad es muy necesaria, y esa estabilidad viene de la mano del PSE en Euskadi", dijo. Idoia Mendia, por su parte, aclaró también en Bizkaia Irratia que los cruces de declaraciones se deben a "dinámicas" de los partidos y que su acuerdo es "muy bueno".