- El Gobierno Vasco enfrió ayer los ánimos de una oposición que le insta a invertir el dinero ahorrado con la gestión de los últimos años de cara a la respuesta a los efectos de la crisis provocada por la invasión rusa de Ucrania. EH Bildu, Elkarrekin Podemos y el PP reclaman que el Ejecutivo convierta en planes y medidas de ayuda los 1.877 millones que tiene de “colchón”. De hecho, el propio PSE, socio del PNV en el Ejecutivo, se mostraba ayer partidario también de abrir la hucha. Sin embargo, el portavoz del Gabinete Urkullu prefirió abonarse a la “prudencia” en el gasto; la misma, dijo Bingen Zupiria, que ha permitido a Lakua disponer de este remanente para blindar su capacidad de respuesta ante eventuales crisis como la actual.
Zupiria explicó que si el Gobierno puede ahora poner a disposición de los vascos este remanente es porque ha sabido generarlo y cuidarlo como hacen todas las familias que se esfuerzan por ahorrar. Contar con este “fondo de reservas” es “una decisión premeditada que tiene que ver con la gestión de recursos y con la prudencia en la gestión y en el gasto”, explicó el portavoz, que recordó que decisiones como ésta han hecho que organismos como la agencia de calificación Standard & Poors hayan avalado la gestión presupuestaria del Ejecutivo y la solidez económica de Euskadi. Un reflejo al que dio un especial valor toda vez que, según aseguró, la acumulación de estos remanentes a lo largo de los últimos años “en ningún caso” ha supuesto una reducción de la inversión pública en políticas sociales, sanidad o educación, ni siquiera durante el embate más duro de la pandemia, sino “todo lo contrario”.
“El Gobierno Vasco se esfuerza en gestionar de la forma más adecuada posible los recursos públicos. Tenemos la obligación de tratar esos recursos como propios; de ser equilibrados en nuestras cuentas; de fijar prioridades de gasto e inversión; y de hacer frente a las deudas”, añadió Zupiria. Y por ello, fijó una serie de “reglas” a las que en consecuencia debe responder cualquier iniciativa que suponga meter la mano en esta caja: los remanentes “solo pueden ser utilizados” para hacer frente a un eventual descenso de la recaudación, a reducir el endeudamiento y a impulsar “planes extraordinarios” de inversiones, explicitó. La jornada previa, desde el PP de la CAV, Carlos Iturgaiz atribuyó la existencia de esa reserva de fondos, no a una buena gestión del Gobierno Vasco, sino a que se había recaudado más de lo necesario cuando la economía de las familias y de las empresas, dijo, está “tiritando”. En el mismo sentido, EH Bildu y Elkarrekin Podemos veían “incomprensible” no revertir inmediantamente esos fondos en la sociedad.
Sin embargo, Zupiria explicó que la existencia de esos remanentes se debe al aumento del endeudamiento en los años 2020 y 2021, a la relajación de las políticas fiscales por parte de la UE y a que se pudo adquirir deuda pública en condiciones “ventajosas” por la coyuntura. Así se constituyó un “fondo de reserva para hacer frente a situaciones de dificultad” como la generada por la crisis provocada por la pandemia o ahora con el encarecimiento de las materias primas y por la crisis provocada por la invasión de Ucrania. Sin ir más lejos, el Consejo de Gobierno aprobó ayer adoptar medidas extraordinarias para revisar los precios de las obras públicas y ajustarlos a una realidad en la que la subida de costes de las materias primas encarece las cuantías. Y estas medidas hay que pagarlas. Así, subrayó el valor que supone seguir contando con esos 1.877 millones de reserva. “Esto ha tenido que ver con lo que ha sucedido estos dos años en muchas familias, que han ahorrado en previsión de circunstancias inciertas”, insistió Zupiria.
El portavoz quiso salir al paso de las críticas que se vienen haciendo al Ejecutivo desde la oposición, que le acusa de arrastrar los pies en la adopción de medidas efectivas ante esta crisis. Ante ellas, Zupiria explicó que el lehendakari, además de escuchar las aportaciones que cada grupo pueda hacerle, pretende a su vez trasladarles durante la ronda de contactos abierta el pasado lunes que en la situación actual es necesario adoptar tres tipos de medidas: Las “inmediatas”, como son las relacionadas con la acogida a refugiados procedentes de Ucrania; las que se forjen como “complementarias” a las ayudas que ya están aprobado otras administraciones para hacer frente al contexto actual en el marco de su ámbito competencial; y las de carácter “transformador”.
En este contexto, el portavoz del Gobierno Vasco subrayó que los decretos y leyes recogidos en el programa normativo del Ejecutivo tienen que ver con medidas que será necesario adoptar y nutrir de fondos en los próximos años, refiriéndose a cuestiones sobre educación, salud, cambio climático, economía circular, o fuentes de energía alternativas. “Son propuestas de carácter transformador que sí o sí se deben adoptar”, aseguró. Y en este caso, para sostener su respuesta a las críticas de la oposición, puso en valor algunas de las decisiones ya adoptadas en este sentido por el Gobierno Vasco, como la puesta en marcha del plan Beriztu o el plan interinstitucional de inversiones estratégicas impulsado la semana pasada junto a las diputaciones.
“Este fondo de reservas tiene que ver con la gestión de los recursos y con la prudencia en la gestión y en el gasto”
“Solo puede usarse para un eventual descenso de la recaudación, reducir el endeudamiento y planes extra de inversiones”
Portavoz del Gobierno Vasco