- El caso Juvillà ha vuelto a abrir una espita en el mundo independentista poniendo el foco en la presidenta del Parlament, Laura Borràs, con reproches cruzados especialmente entre JxCat y CUP, pero también desde Esquerra. El dirigente anticapitalista ha sido el centro de atención tras ser condenado a inhabilitación al haber desobedecido la orden de retirar cuatro lazos amarillos del balcón de su despacho en el Ayuntamiento de Lleida en periodo electoral en 2019. Ante la exigencia de la Junta Electoral Central (JEC) de retirarle el escaño, el pleno del Parlament aprobó un dictamen pactado entre los grupos soberanistas -sin voto de la CUP- en el que acordaban mantener su acta, aunque se imponían, como “límite de la desobediencia”, no comprometer penalmente a los funcionarios de la Cámara catalana. Borràs denegó la delegación de voto a Juvillà, solicitada por la CUP, acogiéndose al artículo 16.1 del reglamento y alegando el “conflicto de intereses” del diputado ante una votación que le afectaba.

La líder de Junts eludió responsabilidades en la retirada del acta pero tanto la oposición como ERC expresaron su incredulidad y le reclamaron que dé explicaciones sobre lo ocurrido. El boletín oficial del Parlament publicó la baja del representante cupero en cumplimiento de la resolución de la JEC. Además, según la página web de la Cámara, se le dio de baja a fecha 28 de enero. Pero Borràs dijo ignorar que Juvillà ya no era diputado cuando se activaron una serie de acciones políticas para “defender” su escaño. En este sentido, sostuvo que desconocía que el anticapitalista no fue convocado al pleno que se celebró el jueves para ratificar un dictamen que defendía que seguiría siendo parlamentario hasta que el Tribunal Supremo no resolviera las medidas cautelares solicitadas por el afectado. Al parecer, Borràs habría indicado que fueron los funcionarios del Parlament quienes decidieron no convocar a Juvillà.

Esquerra cuestiona su relato y cree que tan grave sería que haya mentido sobre la situación de Juvillà como que desconociera qué decisiones se estaban adoptando. Desde JxCat consideran que los anticapitalistas han dejado en la estacada a la líder posconvergente. El diputado de Junts y presidente de la comisión del Estatuto de los Diputados, Jaume Alonso Cuevillas, acusó a los cupaires de querer enviar a la presidenta del Parlament “a la papelera del Código Penal”. “Le dije que hiciera lo que quisiera, pero que creía que no tenía ningún sentido, que la estaban dejando absolutamente sola y que asumiría ella sola las consecuencias penales”, señaló. En JxCat aseguran que en la noche del miércoles existía un acuerdo con la CUP para que no se solicitara voto delegado para Juvillà y acusan a los anticapitalistas de haberlo roto. “Esto tendrá consecuencias políticas”, dicen en JxCat. En ERC hay una sensación de reparación de la figura del expresidente del Parlament Roger Torrent, ya que recuerdan que fue foco de airadas críticas de JxCat y de la propia Borràs por haberse negado a desobedecer a la JEC tras la inhabilitación del expresident Quim Torra. El protagonista, Juvillà, avisó de que “esto no va de repartir culpas”, y apeló a “la unidad antirrepresiva” y a tener claro quién es “nuestro oponente”.

“Esto no va de repartir culpas, necesitamos unidad antirrepresiva y tener claro el oponente”

Exdiputado de la CUP

“Le dije a Borràs que la estaban dejando sola y que asumiría ella las consecuencias penales”

Diputado de Junts