- El PNV va a presentar hoy un diagnóstico de la nueva situación en Euskadi. Servirá como base para abrir un proceso de escucha activa con la sociedad, área de la que se encarga Barandiaran, y que además va a nutrir el programa para las elecciones municipales y forales de 2023. Habrá también una nueva forma de relación con el PNV, con una herramienta digital de conversación con los jeltzales que explica Zarate.
¿Por qué ahora se impulsa esta escucha activa? ¿Al PNV le preocupa la desafección ciudadana?
—Xabier Barandiaran: La pandemia ha acelerado mucho los cambios que se están produciendo a raíz de la globalización. Eso hace que el PNV piense que es un buen momento para analizarlos bien. Uno de los cambios estructurales es la crisis de la democracia liberal en el mundo occidental, la desafección política o un cambio en la relación de las personas con lo político. Y el PNV es un partido muy vinculado a la comunidad, cuyo éxito en sus 126 años radica en la capacidad que ha tenido de leer bien la realidad, y dar una respuesta de la mano de la sociedad vasca. Es más apremiante que nunca que los diseños de futuro se hagan de la mano de la sociedad. Los partidos desconectados de la sociedad o que se vinculan a ella en términos estrictamente electorales van a tener dificultades.
—Mireia Zarate: El PNV a lo largo de la historia ha sabido leer cuál es la agenda de la sociedad. Y, en esta ocasión, no solo tenemos que leerla, sino construirla con la sociedad. Dentro de las preocupaciones de la sociedad, hay otros elementos que a lo largo de la historia quizás no han estado tan presentes, como el feminismo, la igualdad, la justicia social, el cambio climático, los objetivos de desarrollo sostenible (de la ONU)... El PNV va a estar en esa nueva agenda con la sociedad.
—X. B.: Si pudiéramos resumir la nueva agenda política en cuatro palabras, esas palabras serían: sostenibilidad, igualdad, diversidad y digitalización.
¿Vamos a ver un cambio de agenda y de prioridades en el PNV?
—X. B.: Nos vamos a vincular mucho más a la Agenda 2030, que está en el ADN del PNV, pero tendrá mayor relevancia y hay que profundizar en ella.
—M. Z.: Nuestro objetivo de identidad nacional sigue estando ahí. Pero hay una realidad social a la que también tenemos que dar respuesta, a los problemas de la gente de su día a día. Seguimos manteniendo las prioridades, pero también nuestro objetivo es dar respuesta a esos problemas que se presentan en el día a día.
¿Qué papel tiene el nuevo estatus?
—X. B.: Va a ser un elemento central, porque los países necesitan sistemas de autogobierno para poder desarrollar su identidad, las políticas públicas yla agenda. Si no hay un marco de autogobierno, de poder, es difícil desarrollar la agenda política. Por lo tanto, hacemos una apuesta clara por la institucionalización de un nuevo estatus político que esté sustentado en el principio del derecho a decidir y los derechos que como pueblo nos corresponden. Es también una prioridad para nosotros.
¿Detectan un mayor desapego hacia las cuestiones identitarias y un cambio en la sociedad por el fenómeno migratorio?
—X. B.: No es una tesis real. La identidad es consustancial al ser humano. Somos una nación, y una nación es básicamente la expresión de una identidad colectiva. Una identidad que no se expresa en los mismos términos que en el siglo XIX o en el XX. Será una identidad más plural, más compleja, pero la identidad es un tema central, y el autogobierno también.
Sobre el feminismo y la igualdad, ¿qué va a hacer el PNV en las instituciones que gobierna o sus candidaturas?
—M. Z.: El debate del feminismo ha sido prioritario desde hace muchos años para el PNV. Tenemos la Ley de Igualdad de 2005, una de las primeras leyes en el Estado; y el Instituto Emakunde, premiado a nivel mundial. Seguimos con la reforma de la Ley de Igualdad de 2005, y dentro del partido incorporamos en nuestros estatutos un protocolo de actuación interna para retirar el cargo en casos de violencia de género. El año que viene, se cumplirá el centenario de Emakume Abertzale Batza, una asociación de mujeres. Y la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres se tiene que dar cuanto antes en todos los sentidos, también internamente en el partido. En todos los puestos de responsabilidad del partido la presencia de la mujer va a ser superior.
En relación al cambio climático, ¿el PNV tiene que actualizar su ideario, por ejemplo, ante la penalización al diésel, que en cierto modo obliga a cambiar la estructura productiva?
—X. B.: El PNV lleva adelantándose bastante tiempo. Pero, en su aplicación, hay que hacerlo con responsabilidad, cumpliendo los objetivos, pero sin generar más pobreza o más brechas en torno a la igualdad. No vale que, por acelerar, solo lleguen al cambio climático algunos. Hacemos una apuesta inequívoca por la lucha contra el cambio climático inclusiva. Las medidas tienen que ser integrales, estar de acuerdo todos. Buscar consensos amplios.
Tienen un diagnóstico que va a ser la base para abrir un proceso de escucha activa con la sociedad. El referente más inmediato es el proceso en Gipuzkoa, Etorkizuna Eraikiz, con cápsulas pueblo a pueblo. ¿Se va a ver algo parecido?
—X. B.: Es la primera vez que un partido aborda un proceso de escucha activade manera sistemática e integral, que integra a todo el partido.Esto constituye una innovación política de primer orden. Solo lo puede abordar un partido que está muy vinculado a la comunidad. Va a marcar tendencia de futuro en la vinculación de los partidos políticos con la sociedad.
En el proceso de escucha activa, ¿se está buscando la aportación de expertos o la aportación de la sociedad en general?
—M. Z.: Se está buscando escuchar a toda la sociedad. Detectar cuáles son sus necesidades, los retos que tenemos a futuro... En ese proceso de escucha activa se trata de construir el futuro con la sociedad. Cuando hablamos de hacerlo con la sociedad, es con toda la sociedad vasca.
—X. B.: Vamos a tener tres niveles de conversación: una conversación interna con los alderdikides; también, como ha dicho Mireia, con la sociedad, que va a ser el eje central; y un tercer nivel, la reflexión de los expertos, fundamentalmente a nivel global, del ámbito internacional, porque queremos una mayor vinculación del PNV con el espacio global.
¿El PNV pretende buscar una mayor vinculación con los jóvenes?
—M. Z.: Sabemos que las formas de comunicarnos están cambiando. Ya en la última reforma de los estatutos nacionales del partido se incorporó una nueva forma de vincularse con el partido. Va a ser a través de una herramienta digital para informar a la sociedad pero, sobre todo, para escuchar, conectar y conversar con la sociedad. Toda la conversación va a ser virtual, porque todos hoy en día nos comunicamos a través de esta vía digital, pero en algún momento va permitir también encuentros físicos. Se trata de que nos ayuden en ese camino de construcción nacional.
—X. B.: Hay una forma de vincularse que es la tradicional, la de los militantes, los alderdikides, que sigue siendo la base. Pero nos tenemos que abrir a otras. Y el espacio que hay en torno al PNV es rico y diverso. Las formas de relación digitales nos van a abrir un espacio que va a enriquecer el capital político del PNV.
—M. Z.: Esta herramienta va dirigida principalmente a las personas que están fuera o en la diáspora, pero sienten ese vínculo con Euskadi; o personas que están en la órbita del partido, que no quieren tener afiliación. Es lo que otros partidos pueden llamar simpatizante, pero creo que va mucho más allá.
—X. B.: Es verdad. No es un simpatizante que solo simpatiza, sino que se implica a través de la herramienta.
¿Puede ser también un intento de ampliar la base social del PNV?
—X. B.: Se trata de enriquecer, porque el PNV tiene una gran base social, pero se va a enriquecer y seguro que llegamos a espacios nuevos que van a fortalecer nuestro proyecto.
Partidos como Elkarrekin Podemos-IU o EH Bildu exprimen más la identificación con el colectivo joven, y se proyecta que el PNV es un partido de mayores. ¿Esta herramienta derriba este mito y quiere penetrar en mayor medida en esas capas sociales?
—X. B.: Es un mito no real. La mayoría de los jóvenes votan al PNV. Los partidos mayoritarios no se sustentan si la gente joven no los vota. También es cierto que es un proceso de actualización y modernización del partido, para gente joven, para gente no tan joven e incluso mayor. El PNV quiere hacer una apuesta de mayor vínculo cualitativo con la gente joven, pero teniendo en cuenta que la mayoría de los jóvenes en Euskadi votan al PNV.
—M. Z.: Son estereotipos. Los partidos de nueva creación han querido hacer ver que tienen nuevas formas de hacer política. Hablaban de las primarias como novedad, cuando el PNV las tiene desde hace muchos años adaptadas a su estructura. Yo soy una persona joven, y muchas veces es más fácil ir contra el sistema, pero somos un partido que ha generado mucha estabilidad, y ha visto cuáles son los cambios sociales y los ha liderado.
¿Ha cambiado mucho la sociedad vasca con la pandemia?
—X. B.: Los cambios se van produciendo en el ámbito económico, con la globalización; en la diversidad; en el medio ambiente, con una agenda cada vez más exigente; o en el ámbito político, con un proceso de interpelación al sistema democrático. Ante la crisis de la democracia liberal, se presentan dos alternativas: el populismo, o reempoderar, profundizar en los procesos democráticos. Esta es nuestra alternativa.
¿Dónde detectan que tiene que haber un mayor viraje en el PNV o dónde debe poner el acento?
—X.B.: Hay tres grandes ámbitos: la agenda, donde el clima y la igualdad son prioridades muy relevantes, además de ámbitos que son fortalezas del PNV como el desarrollo económico; después está la profundización democrática; y el tercer elemento es el autogobierno y la vinculación a Europa.
—M. Z.: Pero va a ser la sociedad quien nos guíe sobre cuáles son las prioridades, porque este diagnóstico es un diagnóstico inicial, pero no es un documento cerrado. Hemos hecho los deberes, para que cuando iniciemos el proceso de escucha activa no vayamos con una hoja en blanco.
—X. B.: Nuestro proyecto de futuro debe incorporar a la sociedad. No se debe desarrollar estrictamente intramuros o en los batzokis del partido, sino que tenemos que tener una mayor comunicación con la sociedad.
¿Camina el PNV hacia otras formas de hacer política, por ejemplo, con Presupuestos participativos?
—X. B.: El PNV lleva abordando procesos de participación ciudadana prácticamente desde que se institucionalizó el país. Sin embargo, ahora tenemos que dar un salto cualitativo más relevante: abordar procesos de gobernanza colaborativa, que va más allá de la participación ciudadana o de los procesos de participación.
¿El diagnóstico va a nutrir el programa del PNV para las elecciones municipales y forales de 2023?
—X. B.: Sin duda. Los resultados nos comprometen. Nuestros programas futuros de acción de gobierno a nivel local, territorial o a nivel más amplio van a estar muy vinculados lógicamente a este proceso.
¿El PNV ha detectado una amenaza real en los discursos sobre la rebaja de impuestos desde la Comunidad de Madrid, que pueden llevar a una deslocalización de empresas? ¿En ese diagnóstico lo contemplan?
—X. B.: Tenemos un sistema fiscal progresivo, que compatibiliza de manera muy sólida la competitividad con la generación de recursos para el bienestar. Un país no se desarrolla ni es competitivo si no es inclusivo.
“La igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres se tiene que dar cuanto antes, también dentro del partido”
“Tenemos un diagnóstico inicial, pero no es un documento cerrado; la sociedad nos guiará”
Secretaria del EBB del PNV
“El PNV tiene una gran base social, pero seguro que llegamos a espacios nuevos que van a fortalecer el proyecto”
“Hacemos una apuesta clara por un nuevo estatus y el derecho a decidir para desarrollar la agenda”
Burukide de Innovación Política del PNV