Por segundo año consecutivo, el PNV va a conmemorar este domingo un Aberri Eguna marcado por la pandemia del coronavirus, su impacto en la salud y el empleo, y sus restricciones a la movilidad. En el manifiesto publicado por los jeltzales con la mirada puesta en el domingo, el PNV vuelve a poner el foco en la situación sanitaria, pero la hilvana con una reivindicación más propia de esa jornada: el autogobierno, con el argumento de que Euskadi debe disponer del mayor número de herramientas para afrontar esta crisis, y que esta pandemia ha demostrado que, cuantas más decisiones se tomen desde las instituciones vascas, mejor será su futuro.

También revalida su apuesta por la "institucionalización del derecho a decidir" de manera progresiva, y el pleno reconocimiento de los "derechos políticos de soberanía" de la nación vasca. Una reivindicación a la que no se renuncia aunque los retos inmediatos hayan estado marcados por la urgencia del coronavirus, en la que se ha volcado el Gobierno de Urkullu y que ha condicionado toda la actividad parlamentaria y también una Ponencia de Autogobierno que no ha sido reactivada. El PNV cree que la agenda política no se agota con la salud y el empleo, y no renuncia a estas otras cuestiones.

"La pandemia originada por el covid-19 ha venido a certificar el valor y la importancia de la institucionalización propia de la comunidad vasca para garantizar la respuesta eficaz en el ámbito sanitario, económico y social que requiere una situación de esta naturaleza. Cuantas más cuestiones podamos decidir en Euskadi, estaremos en mejores condiciones de construir un futuro mejor y de responder con solvencia a la voluntad de las personas que conformamos la nación vasca", dice el manifiesto, del que ha leído algunos extractos la secretaria de la Ejecutiva jeltzale, Mireia Zarate, en un vídeo lanzado en las redes sociales.

El PNV va a celebrar a puerta cerrada en Euskalduna Jauregia, en el contexto de su Asamblea Nacional, un acto político marcado por la pandemia y en el que, por lo tanto, no va a convocar a los militantes para evitar aglomeraciones. Pide a los vascos que hagan ondear la ikurriña desde sus balcones. Con el lema Aberria Indartuz, el PNV celebrará esta jornada de manera presencial, a diferencia de lo que sucedió el año pasado, marcado por el confinamiento total en los hogares, aunque lo hará solo reuniendo a los cargos del partido y de manera respetuosa.

IDENTIDAD NACIONAL

El manifiesto de los jeltzales está repleto de alusiones a la pandemia, el proceso de vacunación, la preocupación por las variantes del virus y la salud de los vascos, y apuestan por hacer compatibles la salud y la economía. Envían su "más sentido recuerdo" para las personas que se han quedado en el camino. Aseguran que el propósito de este Aberri Eguna es el renacimiento de Euskadi, y que el PNV se ha fijado las metas correctas en materia de salud pública y recuperación económica, pero que "la agenda política no se agota en ellas". Por ello, además de seguir desarrollando el Estatuto de Gernika, el Amejoramiento del régimen foral navarro y la mancomunidad de Iparralde, abogan por trabajar "codo con codo" con la sociedad vasca para fortalecer la construcción nacional con el objetivo de institucionalizar el derecho a decidir.

Añaden menciones en clave abertzale al definir a Euskadi como "expresión de una identidad colectiva nacional que reclama el pleno reconocimiento de sus derechos políticos de soberanía para seguir construyendo una comunidad democrática, avanzada, plural, socialmente igualitaria y cohesionada en la que cada persona pueda desarrollar su proyecto vital en paz y en libertad". Abogan por la libertad plena de Euskadi, el zazpiak bat con Nafarroa e Iparralde, y el proceso de integración europea, que es una ventana de oportunidad para Euskadi. Constatan obstáculos como la recentralización o el creciente individualismo.

"Euskadi es, somos, un pueblo en marcha, y nuestro caminar no se va a detener aunque la contrariedad y la desdicha -como la pandemia que hoy sufrimos- nos dificulte el tránsito", recalcan. Citan también los retos de futuro. "Abordar el futuro exige hoy profundizar en la estrategia vasca de construcción nacional para revitalizar el uso del euskera, digitalizar nuestra economía, fortalecer la igualdad y la cohesión social, impulsar la sostenibilidad en todos los ámbitos e incrementar la capacidad institucional de nuestro pueblo: una estrategia vasca de construcción nacional interna para consolidar la nación vasca a la luz de los requerimientos del siglo XXI y una externa para establecer la progresiva institucionalización del derecho a decidir", zanjan.

RECONSTRUCCIÓN

En el plano económico, el manifiesto incide en la necesidad de invertir, impulsar el gasto social y endeudarse y, para ello, se necesitarán "dotaciones presupuestarias extraordinarias". Aboga, además, por una reconstrucción nacional que debe "implicar a las instituciones, a la sociedad organizada y a las personas que vivimos en este país", una gobernanza colaborativa en la que nadie debe quedar fuera.