- La presión de la ultraderecha parece haber surtido efecto nuevamente en el Estado español, en esta ocasión por un asunto relacionado con el exguardameta de la cantera del Athletic, Unai Etxebarria, que militaba en las filas de Granada, y es que el conjunto andaluz le ha dado la baja después de conocerse el apoyo del guardameta getxotarra a los jóvenes que fueron detenidos en Altsasu y condenados por una presunta pelea con agentes de la guardia civil. Es por ello que el PNV ha dirigido varias preguntas al Gobierno de coalición en el Congreso para aclarar si el despido del portero vizcaino ha sido por su respaldo a los relacionados con ese caso, lo que para el Grupo Vasco sería “inaceptable” porque “colisionaría” con su libertad de expresión.
El diputado jeltzale Iñigo Barandiaran recuerda en su iniciativa que varios medios de comunicación han informado de que Etxebarria fue expedientado y después despedido por el Granada tras lucir una camiseta en apoyo a los jóvenes condenados en la fiesta de celebración de la clasificación europea del equipo andaluz. “De ser así, la decisión del club colisionaría con la libertad de expresión del que era su portero”, asegura la formación nacionalista, quien opina que en dicho planteamiento subyace “la discriminación por razones ideológicas, a la par que resucita esquemas ya pretéritos que catalogan a los ciudadanos vascos en función de sus manifestaciones más o menos públicas”, lo que entiende que es “una grave conculcación de derechos, tanto en el orden laboral como en el civil”. Por ello, el PNV interpela al Gobierno de Pedro Sánchez si cree que despidos como este son compatibles con la legislación laboral, si piensa que la Inspección de Trabajo debería vigilar este tipo de actuaciones, y si admite que, en el ejercicio de la libertad de expresión, cabe la discrepancia con decisiones judiciales o gubernativas, “sin que quienes la ejerzan tengan que temer por sus derechos por ello”. También el senador autonómico de Geroa Bai Koldo Martínez ha presentado un escrito al respecto de este polémico asunto al Ejecutivo español.
Durante la celebración de la última jornada en la que el Granada logró el billete para la Europa League, Etxebarria posó con una camiseta en la que se podía leer Altsasukoak aske y Stop montajes policiales, en señal de apoyo a los detenidos en la localidad navarra por la supuesta pelea con los agentes. El portero, de 22 años, al que le quedaba un año de contrato, desapareció de la web del Granada y de momento no se ha oficializado su marcha aunque ya ha sido sustituido a efectos prácticos. El portugués Andorinha ha asumido el rol de tercer cancerbero del primer equipo.
Fue Onofre Miralles, concejal de Vox en la ciudad andaluza, quien primero exigió su despido y luego afirmó que se había producido, después de que el futbolista ya hubiera sido expedientado por este episodio. El asunto ha sido llevado con discreción total tanto por el Granada como por el cancerbero, fuentes ambas sin las que no es posible saber qué peso tiene en esta salida el tema político. “Enseñó una camiseta ofensiva, excepto para los que defienden la violencia o hacen apología de la misma, personas generalmente identificadas con los grupos proetarras. Supone un insulto a los aficionados, al club, a Granada y a los granadinos, así como al propio Ayuntamiento”, se permitió el lujo de denunciar el dirigente de extrema derecha. La noticia convirtió a Etxebarria en trending topic durante todo el jueves, especialmente entre los que apoyan que es una decisión promovida por el ala más derechista de Andalucía, especialmente Vox, y los que señalan que es su bajo rendimiento deportivo lo que ha provocado su despido.
El arquero firmó el verano pasado por el equipo andaluz por dos años para jugar en su conjunto filial pero al final solo ha podido jugar un curso con ellos, sumando un total de 17 partidos, sin poder llegar a debutar con el primer equipo. Llegó procedente del Bilbao Athletic aunque esa anterior temporada estuvo cedido en el Logroñés, equipo con el que logró disputar la fase de ascenso a Segunda División.