La división del centroderecha constitucionalista, la elevada abstención y la visibilidad que le han reportado los choques violentos con los denominados grupos antifascistas durante los actos de campaña en Euskadi han permitido a Vox colarse por las rendijas de Araba en el Parlamento Vasco.
La formación liderada por Santiago Abascal ha cosechado 4.600 votos en este territorio (3,81%) y con esa exigua cantidad de papeletas entrará por primera vez en la Cámara vasca. Será Amaya Martínez la que representará en Gasteiz a la formación ultraderecha en una legislatura que buscará hacerse notar con propuestas exarcebadas y actuaciones provocadoras.
"Discriminación por no saber euskera"
Periodista de formación, Amaya Martínez ha proclamado a lo largo de toda la campaña electoral su "lucha" contra la discriminación por no saber euskera:"Vox elige la libertad y dice no a la imposición lingüística", que según la parlamentaria de la formación de ultraderecha, "discrimina a familias y sus hijos y les expulsa de una educación de calidad".
Martínez se presentó la cuarta en las listas de las municipales de Gasteiz y ha conseguido en esta ocasión, ahondando en el mensaje de "dar voz a los trabajadores alaveses" que Vox se cuele en el Parlamento vasco con más de 4.700 votos en territorio alavés frente a los apenas 700 que obtuvo en las elecciones autonómicas.
Un total de 17.500 votos
El partido de Santiago Abascal ha conseguido 17.517 votos en la CAV, un 1,96% del electorado, 4.722 papeletas en territorio alavés, menos de las que consiguió Ciudadanos en Araba en 2012 (4.754 ) y las 4.579 papeletas que cosechó UPyD en 2009 en el territorio y que otorgó un escaño en el Legislativo a Gorka Maneiro.