madrid - La investidura de Pedro Sánchez no solo depende de la abstención de ERC. Incluso si se confirma, como lo han anunciado, que los republicanos catalanes no votan en contra del candidato socialista, la última palabra la tendrán varios partidos minoritarios. En concreto, son cinco formaciones llamadas periféricas (Partido Regionalista de Cantabria, Teruel Existe, Bloque Nacionalista Galego, Coalición Canaria y Nueva Canarias) que cuentan con un único diputado en el Congreso pero que tendrán un papel determinante en la segunda y decisiva votación de investidura del próximo martes 7 de enero. El líder del PSOE tiene asegurados al cierre de esta edición 166 apoyos frente a los 164 diputados que votarán que no, una renta tan exigua que si dos de los cinco periféricos se escorasen hacia el no darían al traste con la investidura.
Tras conocerse la decisión del Consejo Nacional de ERC de abstenerse en la investidura, el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) liderado por Miguel Ángel Revilla cambió su posición y lo que en julio fue un sí, ayer mutó al no. La ejecutiva de la formación regionalista decidió anoche por unanimidad no apoyar a Sánchez porque considera que el acuerdo del PSOE con Esquerra es "inasumible" y porque entiende que cualquier modificación constitucional o medida para Catalunya debe ser votada por todos los españoles. "Estamos hablando del equilibrio territorial. Las cuestiones que afectan a todos los españoles deben votarse entre todos", advirtió José María Mazón, el único diputado del PRC en el Congreso.
El PRC fue el único partido que dio su voto a favor de Sánchez en la investidura fallida de julio y de cara a esta también barajaba respaldarle, a cambio de impulsar el tren de alta velocidad entre Cantabria y Madrid y también inversiones en el tren que une Santander con Bilbao para que el traslado sea mucho más rápido. Su giro respecto al apoyo a Sánchez deja en el aire estos compromisos tan demandados por el presidente Revilla.
El voto negativo de los cántabros envenenaba aún más la aritmética de la investidura, ya que la mayoría simple está en una horquilla de uno o dos votos. Pero poco después Nueva Canarias (NC) y Teruel Existe anunciaron su respaldo a Sánchez, dejando prácticamente asegurada la investidura en la segunda votación.
La Ejecutiva de NC expresó su satisfacción por el entendimiento alcanzado con la negociadora del PSOE, Adriana Lastra, en torno a la llamada "agenda canaria" y sobre las mejoras en el nuevo Estatuto canario. A juicio del presidente de la formación, el acuerdo entre socialistas y ERC no supone ningún obstáculo para los canarios. "Cualquier acuerdo tendrá que respetar las reglas del juego, porque las reglas no las interpretan ni el señor Sánchez ni el señor Junqueras, sino los tribunales", concluyó. También Teruel Existe cerró ayer la negociación con el PSOE y hoy firmará el acuerdo de apoyo a la investidura.
Así las cosas, solo un inesperado voto negativo de Coalición Canaria y de BNG podrían truncar el objetivo de Sánchez. Los gallegos difícilmente se alinearán en el bloque del no junto a la derecha y es probable que sigan la senda de Esquerra. Su único diputado, Néstor Rego, ha venido señalando en las últimas semanas que su voto dependerá del compromiso de los socialistas con la agenda gallega avisando de que si éstos no se mueven, "será imposible un voto favorable". En este sentido, recordó que han reclamado la transferencia a Galicia de la autopista AP-9 y garantizar que va a haber una rebaja importante en peajes abusivos. En el caso de Coalición Canaria, su diputada Ana Oramas ha dejado entrever una cosa y la contraria, por lo que sigue siendo una incógnita el sentido final de su voto.
No hay duda de que la primera votación del domingo, que requiere de una mayoría absoluta, será fallida, ya que Sánchez tiene muy lejano el listón de los 176 síes. Sin embargo, en la segunda solo necesita una mayoría simple, más votos a favor que en contra. Además de los dos diputados de Nueva Canarias y Teruel Existe, el candidato socialista tiene garantizados los de los 120 diputados de la bancada socialista, los 35 de Unidas Podemos, los 6 del PNV, los 2 de Más País-Equo y el único de Compromís. Además, cuenta con la abstención de los 13 diputados de ERC y los 5 de EH Bildu.
Los tres partidos de la derecha votarán en contra y juntos suman 150. A ellos se añaden los 8 de Junts per Catalunya (JxCat), los dos de UPN, otros dos de la CUP, uno de Foro Asturias y uno del PRC.