Bilbao - La noche electoral debió ser complicada en la sede del PP de la CAV en Gran Vía.
-No se cumplieron los objetivos marcados, que eran mantener los dos diputados en el Congreso y eso se produjo porque el proyecto que se presentó a los ciudadanos no consiguió empatizar con nuestro electorado tradicional, que es el electorado de centro.
¿Era importante llevar la voz de su partido al Congreso?
-Es muy relevante porque supone capacidad de influencia. Pero cuando se cierra una ventana se abre una puerta de oportunidad que son las próximas elecciones municipales, forales y europeas, que están a la vuelta de la esquina. Especialmente las municipales y forales, donde contamos con equipo y marca propia para reforzar la vocación de representar a la mayoría centrada y moderada de Euskadi.
Las múltiples citas electorales de mayo supondrán, por tanto, un escenario totalmente diferente con una estrategia distinta.
-Hace ya varios meses que venimos diseñando una campaña que está pensada en nuestro electorado y espacio tradicional, con candidatos con un perfil propio muy claro en políticas de utilidad. Todo ello con la coordinación del presidente Alfonso Alonso que, no solo en Euskadi, sino incluso a nivel nacional se reconoce que representa ese liderazgo de moderación y de centralidad que creo que es lo que nos pide la sociedad vasca.
Defienden que ese perfil propio tiene que ver también con la gestión, lo que ha podido verse eclipsado en esta campaña.
-Felicitando por supuesto a quienes han ganado las elecciones, a nivel nacional el PSOE y a nivel de Euskadi el PNV, han planteado una campaña basada en lo emocional, lo identitario y lo ideológico. Un repaso histórico de las elecciones generales dice que el PP obtiene un buen resultado cuando tiene un discurso dirigido al electorado de centro basado en la gestión porque es el perfil que más valoran los ciudadanos. Entonces, una campaña con mucha carga ideológica ha arrastrado al PP y ha dificultado poder centrarnos en el proyecto de utilidad, que es en el que nos sentimos mucho más cómodos.
¿Les ha penalizado la estrategia desplegada por el PP estatal, enfocada a evitar la pérdida de votos por la derecha y descuidando al electorado de centro?
-Si algo ha demostrado este resultado es que el electorado más escorado a la derecha es minoritario, lo que por otro lado era esperable y evidente. Pero no es momento para buscar culpables sino soluciones y afrontar como creo que debemos hacerlo las próximas elecciones municipales y forales. Por eso, desde mañana mismo, a trabajar.
Pablo Casado admitió tras el recuento de votos que era un mal resultado. ¿Cabría asumir una mayor responsabilidad o promover un cambio de liderazgo?
-Insisto en que en este momento la unidad del partido es un valor para afrontar las próximas citas electorales. Y creo que lo esencial es que en unas municipales y forales el PP vasco tiene un margen de autonomía. Venimos trabajando desde el consejo autonómico que celebramos hace dos años y hace varios meses empezamos a preparar la campaña electoral. No es mucho tiempo pero es suficiente para ese planteamiento de moderación y utilidad, basado en perfiles que son muy reconocibles en ese registro de centralidad como Leticia Comerón en el caso de Vitoria, Borja Sémper en Donostia o mi caso, que me presento a candidata a diputada general de Bizkaia.
Resulta especialmente simbólica la pérdida del escaño por Araba porque recaía en Javier Maroto, número tres de Casado y responsable de esta campaña electoral. ¿Tendrá que resituarse en el seno del partido?
-En el caso de Álava, los votos que nos han separado del escaño no han llegado a 400. Es evidente que ahí la fragmentación ha dejado al centroderecha sin representación en el Congreso. También quiero decir que Álava es el tercer territorio de España que menos porcentaje de voto ha perdido. La fragmentación del voto por sí sola ha hecho que se pierda ese escaño, sin entrar en cómo hemos sido arrastrados a no poder hacer la campaña con la que nos sentimos más cómodos y nos resulta mucho más fácil conectar con la ciudadanía que se sitúa en el espectro del centro político.
Dada la implantación residual de Ciudadanos y Vox en Euskadi, ¿hasta qué punto su presencia explica el resultado del PP?
-La fragmentación del voto hace que no podamos obtener esa representación, especialmente en el caso de Álava, aunque me parece muy relevante apuntar que en Euskadi Ciudadanos está a la baja y Vox consiguió un porcentaje residual. Llamo a una reflexión de cara a las elecciones municipales y forales porque la fragmentación del voto a quien beneficia es al nacionalismo y en este caso al PSOE.